Redacción Judicial
Esta mañana se realizó la reconstrucción del accidente de tránsito que segó la vida de Natalia Emme, el 14 de enero. A las 08:40, la intersección de la av. América y García León, en el norte de Quito, lucía llena de agentes de la Unidad de Investigaciones de Accidentes de Tránsito de Pichincha.
Los familiares y amigos de la joven observaban desde la acera la diligencia. La fiscal a cargo del caso, Mariana López, dispuso que se realicen pruebas de velocidad, con un vehículo de similares características al Vitara SZ blanco sin placas de la Fiscalía que arrolló a Emme. Ayer, se utilizó un Vitara gris roca sin placas.
Un agente de la Policía lo condujo a 100 km/h; a 50 km/h; y a 80 km/h. El objetivo era determinar la velocidad a la que iba el automotor, el día del accidente.
Wilson Velasteguí, el policía asignado para la seguridad del Fiscal General, dijo ante la Fiscalía que él conducía el Vitara blanco y que iba a 50 km/h, pero en un informe que elaboró el SIAT, se estableció que la velocidad era “no inferior a 90 km/h”.
Según Gonzalo Silva, abogado de la familia Emme, la reconstrucción de hoy sirvió para comprobar que no iba a 50km/h. “Usted puede observar que a esa velocidad el carro no se detuvo en el sitio del impacto, sino antes. En cambio, cuando se hizo la prueba a 100 km/h, ahí si coincidió con el lugar donde se encontró el vehículo el día del accidente”.
Gonzalo Quillupangui, defensor de Velasteguí, en cambio sostuvo que no se puede adelantar una conclusión hasta que la Policía presente su informe. “No debemos olvidar, además, que hay un análisis toxicológico del prestigioso Instituto de Higiene Izquieta Pérez, donde se dice que la joven estaba con alcohol en la sangre cuando fue arrollada”.
Pero estas declaraciones provocaron la reacción de los amigos y familiares de Emme. “El borracho es usted, que no quiere ver que a su defendido lo van a condenar a cinco años de cárcel, por un crimen que no cometió”, refirió María Elena Bedoya, madre de Emme.
Ella insistió en que la que conducía el vehículo era Aliz Borja, esposa del fiscal general, Washington Pesántez. El abogado de Borja, Víctor Hugo Cevallos, no asistió a la reconstrucción de hoy, porque dijo que “su defendida no es procesada”. La diligencia culminó a las 10:21.