En el Centro Histórico se registran más visitas de turistas extranjeros. Foto: Vicente Costales/EL COMERCIO
El 2016 no fue un buen año para la ocupación hotelera en Quito, según gremios de empresarios de ese sector. Sin embargo, el panorama mostró una recuperación el primer trimestre del 2017, de acuerdo con los datos del Municipio.
Verónica Sevilla, gerenta de Quito Turismo, explicó que la ocupación en los hoteles se ubicó en el 56,6% en el 2015 y el año pasado bajó diez puntos porcentuales. Sin embargo, explicó que entre enero y marzo de 2016 la ocupación hotelera fue del 44% y que en el mismo período del presente año ascendió al 49%, según el análisis de mercado trimestral que realiza Quito Turismo periódicamente.
Sevilla aseguró que los trabajos realizados para promocionar la ciudad en el extranjero, con el fin de aumentar la llegada de turistas de negocios y de ocio, se han visto reflejados en este trimestre.
La Asociación de Hoteles del Ecuador dice que en lo que va del 2017 la ocupación hotelera se ha incrementado al 50% en todo el país y en Quito.
André Obiol, presidente de Ahotec, atribuye esto a “la decisión de los empresario hoteleros de reactivar sus negocios en este año, pese al ambiente electoral que caracterizó los primeros meses del año.
Sin embargo, no todos están de acuerdo. Francisco Baca, gerente del hotel Patio Andalúz y presidente de la Asociación de Hoteles de Quito Metropolitano, dice que el incremento de ocupación en el 2017 que destaca Quito Turismo no se ha evidenciado en sus operaciones. “La llegada de ocupantes por turismo, de negocios o de ocio se mantiene en el mismo rango del 2016”.
David Santos, administrador del Hostal Judy’s Palace, dice que no ha registrado un aumento. “Administro el hotel desde hace un año y en estos primeros meses de 2017 no se ha notado un aumento”.
Luis Jarrín, administrador del hotel Quinde House de La Tola, tampoco ha notado un aumento. “En esta época estaba casi al 100% de la capacidad del hotel. Pensé que haciendo promociones aumentaría el nivel de ocupación, pero hablé con otros dueños de hostales y me comentaron lo mismo, que tenían el mismo problema”.
La coincidencia entre los gremios y Quito Turismo es que la ocupación hotelera en 2016 fue a la baja. Por ejemplo, según André Obiol, de Ahotec, la ocupación hotelera se ubicó en el 70% en el 2015 y el año pasado se redujo al 42%.
Para los empresarios, la caída registrada el año pasado en la ocupación responde, en primer lugar, al incremento en la oferta de hoteles, sobre todo en el segmento de lujo. “Aumentaron 300 habitaciones con la aparición de tres hoteles. En un mercado en el que no se supera el 70% de ocupación, esto contribuye para el desequilibrio”, dijo Obiol.
La crisis económica y los altos precios de los productos, como consecuencia de los impuesto a productos como los licores, también habrían afectado a este sector económico, según Ahotec.
Con esta visión coincide Francisco Baca. “La ocupación en el 2016 ha sido la más baja en los últimos 13 años. Se redujo entre un 25 y 30%”, dijo.
Para el Municipio, los últimos 13 años no son comparables a la hora de pintar el panorama sobre la disminución de huéspedes en los hoteles. Esto en referencia a lo planteado por los gremios de hoteleros. “Lo que hace que la tasa de ocupación varíe desde hace 10 años, es la aparición de nuevos hoteles”, señaló Sevilla.
Según Sevilla, la tasa de ocupación más alta en Quito se dio en 2013, cuando se ubicó en el 58%. Después de esto se experimentó una baja, sobre todo en el turismo corporativo. “Ha existido una baja general de turistas extranjeros en el país, que son quienes ocupan los hoteles de lujo”, dijo.
Para Baca, el turismo de negocios presentó la mayor reducción, como un efecto de la caída de precios del petróleo. No solo por la afectación a los ingresos fiscales, sino porque las principales empresas petroleras que realizaban reuniones, dejaron de hacerlo.
El Municipio señaló que la baja en el turismo corporativo no solo disminuyó el año pasado sino que se ha evidenciado durante algunos años. Esto, según Sevilla, porque hubo empresas que, por diferentes motivos, salieron del país. Además, la crisis en el país y en el extranjero influyo.
“Por ejemplo, las reuniones que antes se atendían de manera personal ahora se realizan utilizando herramientas digitales para bajar costos”, agregó Sevilla.