En el área de bodega de medicamentos del hospital, el personal realiza controles para garantizar su buen uso. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
Ayer se cumplió un año desde que se declaró en emergencia al hospital del Seguro Social Teodoro Maldonado Carbo, en Guayaquil.
Cuando se lo hizo, el 21 de enero del 2015, las autoridades anunciaron que dejarían de lado las soluciones parche y que se alargaría la vida de la casa de salud 50 años.
Pero la inestabilidad administrativa ha sido un limitante, según las autoridades del IESS. En 12 meses, el hospital ha tenido cuatro directores administrativos, tres directores médicos y tres gerentes.
Ellos debían superar la ineficiencia administrativa, falencia de infraestructura, del sistema de derivaciones, desvío de fármacos e insumos, entre otros líos que llevaron al Seguro Social a la declaratoria de emergencia.
El actual equipo a cargo impulsa, entre otros proyectos, un plan de cinco obras de infraestructura valoradas en USD 15,4 millones.
Según Luis Martínez, gerente general,algunos ya están terminados y funcionando, como la subestación eléctrica propia y la planta de tratamiento de aguas residuales, que reemplazó al viejo sistema que generó una fétida y peligrosa cisterna de desechos contaminantes en el sótano del edificio. “Empezó todo con la emergencia. Pero son inversiones muy grandes, que necesitan muchas aprobaciones porque ya son obras definitivas”.
Parte de estas requirió un análisis de demanda. El Gerente explica que se han priorizado los cambios en las áreas que tenían menos capacidad de atención. Esto para depender menos de las derivaciones y evitar gastos altos.
Ahora Gastroenterología ya tiene equipos. 14 gastroscopios y un ecoendoscopio -que permite un ahorro de hasta USD 2 000 en cada procedimiento en un servicio privado-. “Antes atendíamos a unos 20 pacientes por día y había que derivar. Ahora llegamos a 40 por día”, dice María Luisa Jara, jefa del servicio.
Otras áreas en remodelación son Ginecología y Obstetricia, y la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales. El año pasado el servicio materno-infantil del hospital reportó 65 531 atenciones, la cifra más alta de todas las especialidades médicas. Y de las 20 546 intervenciones quirúrgicas en 2015, las ginecológicas y obstétricas ocuparon el segundo lugar con 4 062 operaciones.
Por su alta demanda, estos servicios fueron temporalmente reubicados hasta avanzar con su reconstrucción en el primer piso del edificio, que incluye los dos quirófanos que presentaban riesgo de infecciones por filtraciones en tumbados y daños en el piso.
Al cerrar esos quirófanos, los otros 17 disponibles en el hospital deben cubrir su demanda, lo que genera congestión y quejas por la reprogramación de operaciones. Es el caso de Miriam Rodríguez y su padre, Euro Rodríguez, afiliado al Seguro Social Campesino.
Viven en Ventanas (Los Ríos) y durante cinco meses han visitado el Teodoro Maldonado en busca de una cirugía de próstata. A inicios de enero regresaron a casa, sin una fecha definida. “Tiene que operarse porque cada vez está peor, pero nos dicen que el médico que lo atendía está especializándose en otro país”.
El Gerente del hospital reconoce estas dificultades, pero puntualiza que las obras en ejecución aumentarán la capacidad de este hospital. Ginecología, por ejemplo, pasará de dos a cinco quirófanos y tendrá 32 camas en total.
Otro de los espacios que se remodelan es el de Emergencias. Estará listo en junio, pasará de 12 a 40 camas para cuidados intensivos, más 40 para observación de adultos y otras 20 para niños, ya que la atención pediátrica es otra falencia del Teodoro Maldonado y otra causa de derivaciones.
El presupuesto aprobado para el 2016 al hospital del IESS en Guayaquil es de USD 154 455 041,18, un poco inferior al del año pasado (de casi USD 170 millones). En este año las autoridades esperan sumar nuevos proyectos, como la remodelación del piso de hospitalización que sumará otras 45 camas para los afiliados.