Horacio Rodríguez Larreta es un gestor que conquistó a los porteños

A los 49 años, será padre por tercera vez junto a su esposa Bárbara Diez, una reconocida 'weddingplanner' con quien ya tiene dos hijas adolescentes. Foto: Alfredo Luna/ AFP

A los 49 años, será padre por tercera vez junto a su esposa Bárbara Diez, una reconocida 'weddingplanner' con quien ya tiene dos hijas adolescentes. Foto: Alfredo Luna/ AFP

A los 49 años, será padre por tercera vez junto a su esposa Bárbara Diez, una reconocida 'weddingplanner' con quien ya tiene dos hijas adolescentes. Foto: Alfredo Luna/ AFP

Horacio Rodríguez Larreta venció los prejuicios por su escaso carisma y se convirtió en el nuevo jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, en una señal de apoyo a la continuidad del partido de centroderecha PRO en la capital argentina y a su líder Mauricio Macri, aunque con menos votos de los esperados.

Lejos de la prédica proselitista de otros candidatos, Rodríguez Larreta basó su campaña política en su capacidad para gestionar a diario la realidad de la ciudad, un distrito que conoce en profundidad luego de trabajar desde 2007 como jefe de Gabinete de Macri, el alcalde saliente que ahora se lanza a la presidencia argentina.

Licenciado en Economía, con una maestría en Harvard y de claro perfil técnico, inició su carrera política vinculado al peronismo, como gerente de la poderosa Administra Nacional de Seguridad Social (ANSeS) durante el gobierno de Carlos Menem (1989-1999), y luego colaboró con su sucesor, el radical Fernando de la Rúa (1999-2001).

A partir de 2002 encontró su lugar en el proyecto político de Macri, primero en el partido Compromiso con el Cambio y luego en el PRO. Fue su colaborador indiscutido y hombre de confianza durante los dos mandatos al frente de la ciudad de Buenos Aires del empresario y expresidente del club de fútbol Boca Juniors.

A los 49 años, será padre por tercera vez junto a su esposa Bárbara Diez, una reconocida 'weddingplanner' con quien ya tiene dos hijas adolescentes, Manuela y Paloma.

Rodríguez Larreta se preparó mucho para dar el gran paso en su carrera política. Tuvo asesores de discurso e hizo cursos con maestros de teatro para poder acercarse a la gente y dejar atrás su papel de funcionario poco carismático.

El golpe lo dio en las primarias, cuando tras recibir el apoyo explícito de Macri le ganó a su rival en el PRO, la senadora Gabriela Michetti, una de las políticas de mejor imagen. Y en la primera vuelta del 5 de julio, quedó a menos de cinco puntos de ganar las elecciones, ya que recibió el 45,5% de los votos, con una ventaja de 20 puntos porcentuales sobre su rival, Martín Lousteau, de la agrupación Energía Ciudadana Organizada (ECO).

La holgada diferencia alcanzada en la primera vuelta, sin embargo, se vio reducida en 17% en el balotaje, donde Rodríguez Larreta superó por solo tres puntos a su rival electoral.

Pese a esto, el economista consiguió al fin su objetivo: convertirse en el jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, uno de los principales escenarios de la política de la Argentina.

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