Nueva York, Reuters
El paracaidista austríaco Felix Baumgartner planea bajarse de una cápsula sostenida por un globo a una altura de 36 600 metros y saltar hacia la Tierra, convirtiéndose en el primer hombre en romper la barrera del sonido sin una aeronave. Y sí, estará muy asustado.
“Por supuesto. Yo siempre uso el miedo como ventaja, para concentrarme”, dijo Baumgartner, de 40 años, conocido por haber volado 35 kilómetros para cruzar el Canal de la Mancha con la ayuda de una ala de 2 metros atada a su espalda, luego de saltar desde una altura de 10 000 metros en el 2003.
El salto, auspiciado por una compañía de bebidas, se realizará este año desde la estratosfera en una fecha no revelada y en un lugar no revelado de América del Norte, dijeron el viernes los organizadores del evento en una conferencia de prensa.
La fecha y el lugar del salto dependerá de las condiciones climáticas. Una meta será superar el record de 50 años registrado por Joe Kittinger, quien saltó desde una altura de 31.333 metros para las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos en 1960, marcando el salto en paracaidas más alto y la caída libre más larga y rápida.
Miembros del equipo de Baumgartner insisten que otro motivo del salto es aportar a la ciencia, ya que evaluará los efectos del movimiento supersónico en el cuerpo y la manera en que reacciona ante los cambios de temperatura, la aceleración y a la reducción de la velocidad.
“El objetivo es llevarlo lo más alto posible, ayudarlo a regresar a la Tierra cuidadosamente y reunir toda la información posible”, señaló Kittinger, de 81 años, un asesor en el proyecto. Tal como lo hizo Kittinge, Baumgartner subirá en un globo, aunque su traje de presión, cápsula y sistema de monitoreo serán muchos más avanzados.
El viaje durará tres horas y durante el regreso a Tierra de cerca de 21 minutos, Baumgartner solamente escuchará la voz de Kittinger dentro de su casco. “El fue mi ídolo de la infancia”, dijo Baumgartner.