Hitler y el fútbol ecuatoriano

Patricio Ramón

El ambiente festivo del fútbol hace que las “jodas” entre hinchas sean inagotables, en algunos casos divertidas, y mientras se mantengan a este nivel, forman parte del folclore futbolístico. A su vez, la contraparte dirigencial debe promover la tolerancia, ahuyentar la violencia y el racismo. Lo contrario es aplaudir broncas, heridos y hasta asesinatos.

El pasado domingo se dio una lamentable situación en la cual, en Casa Blanca, con conocimiento de la dirigencia, se presentó un video en el que aparece Hitler identificándose como hincha azulgrana, haciendo comentarios racistas y ofensivos sobre la hinchada del Deportivo Quito.

Difícilmente alguien puede aceptar ser asociado al genocida y como tal esperamos que, así como Santiago Ribadeneira fue sancionado un año por sus excesos, la dirigencia azucena sea sancionada.
El Holocausto no es broma.

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