El hijo del nuevo presidente de Gambia fue devorado por cuatro pitbulls: sospechan de magia negra

El presidente electo de Gambia, Adama Barrow, no asistió al funeral de su pequeño hijo. Estaba en Senegal a la espera de poder asumir su mandato legítimo. Foto: Infobae

El presidente electo de Gambia, Adama Barrow, no asistió al funeral de su pequeño hijo. Estaba en Senegal a la espera de poder asumir su mandato legítimo. Foto: Infobae

El presidente electo de Gambia, Adama Barrow, no asistió al funeral de su pequeño hijo. Estaba en Senegal a la espera de poder asumir su mandato legítimo. Foto: Infobae

En Gambia, por estas horas, todos se preguntan dos cosas. Cómo será el nuevo mandato del flamante presidente Adama Barrow y si es cierto que Yahya Jammeh —el exmandatario refugiado en Guinea Ecuatorial y autoproclamado "El Médico"— ejerció sus "poderes" sobre el hijo de su sucesor.

El pasado 15 de enero, mientras su padre se hallaba en Dakar, Habib Barrow, de tan solo ocho años, fue sorpresivamente atacado por cuatro perros pitbull. Murió cuando llegó al hospital luego de recibir múltiples heridas en todo el cuerpo. Nadie entiende qué fue lo que sucedió para que los animales en su conjunto atacaran al pequeño.

Durante sus 22 años como amo y señor de Gambia, Jammeh mantuvo a la población aterrorizada. Incluso les hizo creer que estaba "armado con poderes mágicos". La mayoría creyó la leyenda y la alimentó. Por estos días, en Banjul, la capital del país, los rumores que se corren son alrededor de la muerte de Habib. Creen que se trató de una venganza y de un acto de "magia negra" por parte del depuesto dictador.

La crisis institucional comenzó luego de que Jammeh no reconociera la elección en la que su contrincante fue elegido democráticamente. Barrow viajó a Senegal para obtener ayuda internacional y poder contar con el apoyo suficiente para que su rival renuncie a su "trono". Por esos días, le pidió a su primera esposa que fuera a un lugar seguro y pusiera a salvo a sus cinco hijos hasta la ceremonia de asunción, prevista para el 19 de enero.

Pero no todo salió según lo planificado. Habib fue separado del resto de sus hermanos y llevado a otro lugar, donde uno de los parientes del presidente electo tenía los feroces perros. Al día siguiente, el dueño de casa salió. Misteriosamente, la puerta donde estaban encerrados los canes se abrió y estos atacaron al pequeño de ocho años, produciéndole heridas en el rostro y en el abdomen. Murió minutos después, camino al hospital.

La población de Gambia cree que al hecho lo rodearon circunstancias oscuras. No creen que se haya tratado de un simple accidente, como se indicó en un primer momento. Nadie entiende por qué el niño fue separado del resto de sus hermanos y por qué el propietario de los pitbulls recobró la libertad horas después de la muerte de Habib. En tanto, Adama Barrow no regresó aún al país y no asistió al funeral de su hijo.

Barrow ganó las elecciones en diciembre, pero Jammeh impugnó los resultados al tiempo que aumentaban las peticiones para que fuese juzgado por presuntos abusos de poder durante su gobierno. La tensión creció hasta el punto que Barrow tuvo que asumir el jueves la presidencia en la embajada de Gambia en Senegal, después que el mandato de Jammeh expirara la medianoche anterior.

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