Lesther Alemán: Un héroe entre los jóvenes que protestan en Nicaragua

Lesther Alemán, líder de los estudiantes universitarios, es recibido por los residentes del barrio de Monimbo, durante una visita de estudiantes antigubernamentales a Masaya, una ciudad a unos 35 km de Managua, el 22 de mayo de 2018. Foto: AFP

Lesther Alemán, líder de los estudiantes universitarios, es recibido por los residentes del barrio de Monimbo, durante una visita de estudiantes antigubernamentales a Masaya, una ciudad a unos 35 km de Managua, el 22 de mayo de 2018. Foto: AFP

Lesther Alemán, líder de los estudiantes universitarios, es recibido por los residentes del barrio de Monimbo, durante una visita de estudiantes antigubernamentales a Masaya, una ciudad a unos 35 km de Managua, el 22 de mayo de 2018. Foto: AFP

“Ríndase ante este pueblo". Así increpó al presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, el estudiante Lesther Alemán, encarnando la rebeldía de los jóvenes que encabezan desde hace más de un mes las protestas contra el gobierno.

Alto, de voz estentórea, anteojos grandes de marco negro y con un pañuelo azul y blanco -colores de la bandera de Nicaragua- atado al cuello, Alemán es considerado ahora un héroe.

De 20 años, encaró a Ortega hace una semana durante la instalación del diálogo entre gobierno y opositores, exigiéndole el cese de la represión a las protestas. “Ríndase ante todo este pueblo”, le dijo, pidiéndole la renuncia en una intervención improvisada, que hizo mientras su “pulso era tal vez de 300”, según confesó.

Considerada por el entorno de Ortega como irrespetuosa, su acción fue vista en televisión por el país, que seguía las incidencias del diálogo que busca solucionar la crisis política y social desatada por protestas que dejan al menos 76 muertos desde el 18 de abril, según la CIDH.

Las manifestaciones se desataron contra una reforma de pensiones y aunque el gobierno ya la ha retirado, las protestas se han mantenido para exigir la salida del mandatario.

Estudiante de cuarto año de Comunicación Social en la Universidad Centroamericana (UCA), Alemán contó que al tener enfrente a Ortega le “dio mucha impotencia” su actitud y “arrogancia en medio del dolor” de quienes han perdido a hijos, padres, hermanos.

Cuando el exguerrillero de 72 años asumió la presidencia en 2007, Alemán tenía nueve años. Ahora le reta.

“Es un sueño” creer que Ortega se irá pronto, considera. Aunque no descarta que con presión en las calles y el diálogo mediado por la iglesia católica, el gobernante decida abandonar el país, como hiciera el dictador Anastasio Somoza en 1979.

Miembro de una coalición universitaria que encabeza las protestas, Alemán no esconde que quiere ser presidente de Nicaragua, aunque aclara que aún falta tiempo para eso. Por sus aspiraciones, jóvenes oficialistas le critican.

Fama inesperada 

A este chico extrovertido la fama lo tomó por sorpresa. El teléfono de su casa “no ha parado con llamadas de agradecimiento” de amigos. Además, personas que no conoce le dicen en redes sociales que se sienten representadas por él, por alzar la voz ante Ortega.

Entre barricadas, manifestaciones y debates, Alemán es una especie de estrella de rock, todos quieren tocarlo y tomarse fotos.

En el país se ha desatado una especie de “lesthermanía”, con calcomanías, llaveros y afiches de él en traje de superhéroe -imitando el de Superman- del país centroamericano; algo que le ha impresionado, según confesó.

En su Facebook tiene más de 40.000 seguidores que le dejan mensajes como: “Simplemente un héroe y orgullo de Nicaragua” ; o “ Me encantó las verdades que le dijiste al tirano de Ortega”.

Ahora toma más medidas de seguridad, aunque dice que no teme por él, pero sí por su familia y los estudiantes atrincherados en tres universidades de Managua pues -dice- desde que iniciaron las protestas “la orden ha sido sacarlos sea cual sea el precio” .

Alemán es un becario. Se beneficia de una ley de la década de 1990 que aporta 6% del presupuesto oficial a las universidades, una conquista de otras violentas manifestaciones.

“Es un excelente alumno, muy participativo en clases, muy solidario, le gusta servir y ayudar”, manifestó su profesor de periodismo, Juan Ramón Huerta.

Le gusta el periodismo, pero  siempre estuvo interesado en la política”. Aunque antes quería ser militar y prefiere que le llamen por su apellido, como es norma en el ejército, dijo Huerta.

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