8 900 hectáreas de cultivos están afectadas en la Costa

Los cultivos de arroz (foto) sembrados en el valle del río Portoviejo quedaron inundados hace una semana. Foto: Bolívar Velasco/EL COMERCIO

Los cultivos de arroz (foto) sembrados en el valle del río Portoviejo quedaron inundados hace una semana. Foto: Bolívar Velasco/EL COMERCIO

Los cultivos de arroz (foto) sembrados en el valle del río Portoviejo quedaron inundados hace una semana. Foto: Bolívar Velasco/EL COMERCIO

Los cultivos de arroz, maíz, banano y cacao en siete provincias tienen problemas por las lluvias de este invierno. Los deslizamientos de tierra y las inundaciones que han provocado las fuertes precipitaciones afectaron la producción, sobre todo de Manabí, Guayas, Los Ríos, El Oro, Santa Elena y Esmeraldas. En la Sierra, en Loja, han sido afectadas cinco hectáreas.

Hasta el momento, en esas provincias se reportan 8 905 hectáreas afectadas, que corresponden a 1 997 productores, según el Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap).

Estos daños, sin embargo, aún no llegan a la magnitud del invierno del año pasado. En ese entonces hubo 12 500 hectáreas con problemas en cuatro provincias.

Este año, los daños en los cultivos empezaron en enero, con la llegada de la estación lluviosa, especialmente en la Costa. Además de los terrenos inundados, los agricultores tuvieron inconvenientes porque no pudieron cumplir con los compromisos de venta.

Eso sucedió, por ejemplo, en los cantones Sucre, Tosagua, Rocafuerte y Portoviejo, de Manabí, donde había producción que ya estaba comprometida. Tito Cedeño, un productor de Tosagua, contó que no podrá entregar los 80 quintales de maíz que preveía cosechar en junio. Por esa producción, dijo, ya recibió un anticipo del dueño de un centro de acopio del grano en esa zona.

En enero, con el inicio de las primeras precipitaciones, Cedeño había sembrado una cuadra de maíz con una inversión de USD 200. Pero la creciente de los esteros Mate y Mojinal anegó su terreno a finales de febrero. Poco después se formó un fango que hizo perder las plantaciones.

Antes del percance había calculado que obtendría USD 600 por la cosecha, con una ganancia de 400. Sin embargo, tiene una deuda de USD 200, que recibió de anticipo.

La inundación ya pasó y ahora su terreno está totalmente vacío. Solo cuenta los días para que termine el invierno y así buscar otras alternativas para pagar la deuda.

Según el Municipio de Tosagua, en este cantón hay 500 hectáreas de cacao, maní, arroz y banano que se han perdido. Otras están afectadas.

Benito Cedeño, otro agricultor en el cantón Rocafuerte, se lamenta porque la cosechadora no puede ingresar a su plantación de arroz, por el fango.

Lo ha intentado dos veces, pero el automotor se queda atascado. Cada día ve perder su inversión de USD 4 000. “Presupuesté USD 1 000 por una cuadra sembrada y esperaba sacar 60 quintales de cada una. Ya no hay cómo”.

Para el coordinador zonal 4 del Magap, Xavier Valencia, los estragos que sufre al agro de Manabí son menores si se compara con el total de cultivos que tiene la provincia.

La incidencia de la afectación de este año alcanza el 0,78%, en contraste con el 1,38% que se tuvo en el invierno del 2016, de acuerdo con cálculos de esta entidad.

Los agricultores dicen que están endeudados y les preocupa que los funcionarios del Magap no lleguen a realizar la inspección para hacer efectivo el seguro agrícola.

Esta institución informó que aún no tiene certeza de las pérdidas económicas, debido a que las lluvias continúan.
No obstante, a través del proyecto Agroseguro se realizan inspecciones en las zonas con superficie de pérdida total. De esa forma se elaborarán los informes de siniestros de los agricultores que tienen el seguro agrícola para indemnizarlos, según una respuesta de ese Ministerio enviada el 27 de marzo a este Diario.

Los primeros resultados arrojaron que a escala nacional se reportaron 2 527 siniestros por inundaciones, sequía, granizada, helada, exceso de humedad y deslizamientos.

La entidad también informó que 29 705 productores de las siete provincias que tienen afectaciones aseguraron sus cultivos de maíz duro.

El Magap informó que cuenta con USD 5,9 millones para atender las pérdidas en este cultivo de invierno.

Las plagas y enfermedades incontrolables preocupan al agro. El plan Agroseguro reportó que por esos casos se han reportado 10 460 siniestros a escala nacional.En la Sierra no hay daños en la producción, sino en el sistema vial, por el invierno.

Suplementos digitales