David Rosero
En Ecuador no está plenamente vigente la libertad de expresión, sino la libertad de empresa, ya que quienes controlan y tienen acceso mayoritario a los medios son grupos de poder económico, religioso y gobiernos de turno.
La libertad de expresión es un mito, ya que la voz de los trabajadores, campesinos, artesanos, maestros y estudiantes en los grandes medios es limitada.
En mayo, la Comisión para la Auditoría de las Concesiones de Frecuencias de Radio y Televisión hizo entrega del informe definitivo al presidente Correa. Este grupo busca determinar la legalidad de las concesiones entregadas desde 1995.
El informe establece irregularidades en la concesión de frecuencias e incluye un análisis sobre monopolización de los medios, donde se especifica que los medios se encuentran mayormente ligados a la banca y la Iglesia.
Por ejemplo: el obispo Arregui es accionista de TV Norte en Ibarra, que a la vez y conjuntamente con la curia son partícipes del Banco del Pichincha, grupo que tiene dominio de Teleamazonas.
La iglesia controla 128 medios en el país. Todas las concesiones que irregularmente fueron concedidas deben revertirse al Estado aplicando el principio constitucional, que habla de redistribuir las frecuencias en forma igualitaria en tres sectores: el público, el privado y el comunitario.
‘Nadie ve a Tania Tinoco’
David Villacís García
Aunque no me crean, con esta frase fue como Rafael Correa se refirió a la periodista de Ecuavisa, Tania Tinoco.
Si usted insinúa que nadie la ve, la escucha y le cree, lamento contradecirlo, señor Presidente, pues la señora Tinoco tiene una respetada trayectoria de más de 20 años, en los cuales ha sabido ganarse la credibilidad y la admiración ciudadana.
Qué valiente resultó ser el señor de Carondelet. Ahora es Tania Tinoco el blanco de su descontrol, pues de la manera más descomedida la identifica como alguien ‘pobre’.
En conclusión, queda una vez más de manifiesto que la perversa intención de agredir y arremeter contra los medios de comunicación y sus periodistas será una constante en los próximos cuatro años de posible dictadura, por lo cual exhorto nuevamente a la prensa nacional a que se mantenga unida, y espero que la cadena Ecuavisa defienda a una de sus mejores profesionales. Por lo pronto, reitero mi lástima por usted, señor Presidente…