Puerto Príncipe/Santo Domingo, DPA
Con cadáveres apilados aún en las calles, cerca de los escombros de edificios caídos y afuera de refugios temporales, los haitianos comienzan a recibir precaria ayuda médica en refugios improvisados, 40 horas después del terremoto que devastó Puerto Príncipe.
Ante la ausencia total de la infraestructura médica de la capital, debido a que varios hospitales quedaron destruidos por el sismo, los heridos son trasladados a carpas improvisadas por organizaciones civiles y por el grupo Médicos Sin Fronteras.
Pese a que su infraestructura original contaba sólo con capacidad para menos de 100 pacientes, Médicos Sin Fronteras había atendido hasta la mañana de este jueves a unas 800 personas afectadas por el devastador terremoto de 7.0 grados en la escala de Richter registrado la tarde del 12 de enero.
El estacionamiento del hotel Villa Creole, uno de los pocos que quedó en pie tras el terremoto en la zona de Petion Ville, se ha convertido también en centro de refugiados y algunos médicos proveen desde el miércoles asistencia a los heridos.
El secretario de Salud de la vecina República Dominicana, Bautista Roja, quien visitó el miércoles la zona devastada, dijo a la agencia que su institución trasladó hospitales móviles y personal médico para proveer de asistencia.
“Además hemos atendido a unos mil pacientes haitianos en las hospitales de la frontera”, aseguró Rojas, al indicar que entre los pacientes se encuentran varios en estado grave de salud.
Mientras que el hospital de la ciudad fronteriza dominicana de Jimaní, 282 kilómetros al occidente de Santo Domingo, no da abasto para recibir a los cientos de heridos que entran al territorio dominicano, algunos pacientes en estado grave han sido trasladados a los principales centros de salud dominicanos.
“Hemos traído en helicóptero unas 20 y pico de personas. Pensamos retornar de nuevo si podemos aterrizar en el aeropuerto” de Puerto Príncipe, explicó el director del Hospital Metropolitano de Santiago (HOMS), Rafael Sánchez.
Entre los pacientes que fueron traslados al HOMS, 155 kilómetros al norte de Santo Domingo, se encuentran el presidente del Senado haitiano, Kelly Bastien, y el diplomático Guy Alexandre.
Además, al menos ocho miembros de la misión de paz de Naciones Unidas están hospitalizados en la Plaza de la Salud de la capital dominicana. Y mientras continúa el lento flujo de ayuda a los heridos, Puerto Príncipe amaneció este jueves como una inmenso campo de refugiados, en donde miles de damnificados durmieron por segunda noche consecutiva en parques, en la calles y sólo cubiertos con cobijas, plásticos y cartones.
Cerca de 3 000 policías y miembros de la misión de paz de Naciones Unidas comenzaron este jueves a remover escombros de las calles de Puerto Príncipe para facilitar el transporte de heridos y de la ayuda humanitaria desde el aeropuerto y desde la frontera zona con República Dominicana.
Aunque el aeropuerto Toussaint L’Overture, cuya torre de control quedó semidestruida, está cerrado para el tráfico comercial, en su pista han aterrizado algunos aviones con agua, comidas y equipo médico. El gobierno dominicano estableció un campamento en la zona fronteriza de Jimaní, a donde envió un convoy de camiones con ayuda humanitaria y carpas para atender heridos.
El propio presidente dominicano, Leonel Fernández, arribó en la mañana de hoy a Jimaní para supervisar las labores de socorro y tenía previsto sobrevolar esta tarde la zona devastada de Puerto Príncipe.
Aunque el presidente haitiano, René Preval, estimó el miércoles en declaraciones a CNN que el número de muertos podría ascender a 30 000 ó 50 000 y el primer ministro, Jean-Max Bellerive consideró que la cifra podría llegar a 100 000, ninguna organización se atreve a establecer una cifra de víctimas.
Con sus más de nueve millones de habitantes y un ingreso per cápita de 580 dólares anuales, Haití es la nación más pobre de América y la mayor parte de su escasa infraestructura quedó destruida tras el terremoto.
Desde el sismo, el país quedó incomunicado, la telefonía dejó de funcionar, estaciones de radio y televisión están fuera del aire y sólo aquellas con banda ancha de internet pueden publicar en sus sitios web algunas informaciones. “Debemos intentarlo entre 15 ó 20 veces antes de poder hacer una llamada”, comentó el director de la compañía telefónica Digicel, Jyoti Mahurkar-Thombre.