Bélgica, DPA
El peruano Paolo Guerrero quiere pasar página a la grave lesión sufrida y al asunto del botellazo a un fan del Hamburgo, y a poco de que se decida si continúa o no en el equipo alemán la próxima temporada, realizó toda una declaración de amor.
“El dinero no es todo en la vida”, dijo Guerrero en una entrevista con la agencia dpa en Lieja, donde el Hamburgo el jueves logró el pase a las semifinales de la Liga Europa con un tanto del peruano.
Guerrero, tras un buen inicio de temporada, se descolgó pidiendo un aumento de sueldo de cuatro millones de euros (5,37 millones de dólares), pero la grave lesión posterior y el escándalo por el botellazo dado el domingo a un fan de su propio equipo lo han situado en una posición de perfil más bajo a la hora de negociar.
“Me siento muy bien en el equipo y la ciudad. Me gustaría quedarme”, dijo a dpa el delantero, cuyo contrato expira a final de la actual campaña, en la que por la sanción por el botellazo sólo podrá jugar ya en competición europea.
“La gente me quiere. Todo jugador tiene una mala época. Ahora intento tomarlo de manera positiva”, aseguró sobre el asunto del botellazo, que le ha supuesto de momento una sanción de cinco partidos y una alta multa económica, la mayor de la historia del club.
A pesar de todo, el técnico, Bruno Labbadia, contó con él para jugar en Lieja. Anotó el último gol en el triunfo por 3-1 ante el Standard y todos sus compañeros corrieron a abrazarlo. “Fue bonito y demostró que el equipo está conmigo y me apoya. Tras el partido con el Hannover (empate sin goles), dijimos que deberíamos estar más juntos. Yo estoy especialmente feliz tras siete meses de lesión”, dijo Guerrero, de 26 años.
“Se le debe dar siempre a las personas una segunda oportunidad”, señaló Labbadia, contento por el tanto y la recuperación de Guerrero. El club anunció su deseo de recurrir la sanción de cinco partidos impuesta por la Federación Alemana por el botellazo.
Ese es justo el número de partidos que resta para el final de la Bundesliga. “Sería bonito si pudiera jugar aún en la Bundesliga, pero por desgracia me tendré que concentrar sólo en la Liga Europa. Tenemos ante nosotros dos finales ante el Fulham”, dijo Guerrero, que desea luchar por el título europeo en la final del 12 de mayo que se disputa precisamente en la ciudad alemana.
Antes del botellazo, Guerrero generó controversia por su retraso en volver de Perú, donde se recuperaba de la grave lesión de rodilla. El atacante lo justificó en su miedo a volar. “Por supuesto que tenía miedo a volar, pero el problema principal es mi gastritis crónica, esos problemas intestinales.
Si no estoy sano, siempre tengo miedo de que me duela en cada vuelo. La experiencia que me marcó fue hace unas semanas, cuando el avión en Lima había despegado y tuvo que regresar de nuevo por mis problemas. No me gustaría vivir algo así de nuevo”.
“Sólo vuelo cuando estoy bien. Como ahora, ya que mi familia está en Hamburgo y me cocina una dieta especial. Ya no bebo nada de alcohol y como menos grasa, pero comer tan tarde tras los partidos carga al estómago”, explicó.
El Hamburgo juega el domingo en casa del Bochum.El equipo del norte alemán cayó al sexto lugar de la tabla con 45 puntos, y con el Stuttgart y el Eintracht Fráncfort, con 44 cada uno, y el actual campeón, Wolfsburgo, con 43, está en serio peligro de no clasificarse para la Liga de Europa de la temporada siguiente.