Aunque el túnel del cerro Santa Ana presenta fisuras en el interior de su estructura, después del movimiento del sismo del 16 de abril, el Municipio de Guayaquil descarta un posible cierre. Foto: Francisco Flores/ EL COMERCIO
El túnel de 644 metros del cerro Santa Ana, que comunica a la avenida Malecón con la Pedro Menéndez Gilbert, en el centro-norte de Guayaquil, presenta fisuras tras el terremoto del pasado 16 de abril, aunque el Municipio porteño descartó hoy miércoles 4 de mayo que representara un peligro.
El equipo de ingenieros que evaluó el paso vehicular recomendó sin embargo un monitoreo periódico de las fisuras, que según Jorge Berrezueta, director de Obras Públicas Municipales, no representan riesgos estructurales.
“En el momento en que veamos una sospecha de riesgo, lamentablemente tendríamos que cerrarlo, pero vamos a mantener el tráfico mientras consideremos que existen las condiciones de seguridad”, indicó Berrezueta.
La compañía Hilti realizó una tomografía del hormigón armado que de forma preliminar descartó afectaciones en el hierro. La Municipalidad espera el informe técnico definitivo hasta este jueves.
“Lo que nos interesa es la seguridad de la obra y de los usuarios por eso cerramos el paso a desnivel de la avenida de las Américas con la avenida Kennedy, con todo el problema que implicó el cierre al tráfico”, añadió el director de Obras Públicas.
Los túneles de los cerros Santa Ana y de El Carmen fueron inaugurados en mayo de 2003. El presupuesto municipal de este año prevé una revisión estructural de las obras.
El Cabildo, que realiza cierres nocturnos por mantenimiento entre tres y cuatro veces al año y que ha canalizado filtraciones de agua, no descarta realizar un mantenimiento estructural si así se requiere.
El sistema de monitoreo físico y audiovisual, a través de 30 cámaras de video, “es permanente, para tranquilidad de la ciudadanía”, agregó Berrezueta.
El alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, informó en su enlace radial de los miércoles sobre el avance de las obras en los dos pasos a desnivel de la avenida De las Américas y sobre la ayuda humanitaria canalizada por la municipalidad, tras el sismo.
El paso elevado de la avenida De las Américas y de la Kennedy, construido en los años 80 y que sufrió daños estructurales, fue apuntalado en una primera fase. Y desde el pasado lunes se permite el tránsito exclusivo de los buses de la Metrovía por debajo del puente, ubicado frente al Coliseo Cubierto. El refuerzo o encamisado de las bases terminará en 40 días, cuando se prevé que el paso sea totalmente rehabilitado.
En cuánto al paso a desnivel colapsado en Las Américas, frente a la Universidad Laica, construido en 1982, se estima un plazo de 180 días entre el periodo de contratación y construcción para la culminación del puente metálico que reemplazará a la estructura.
Los pasos cuentan con cobertura de seguro, por lo que las obras no significarán grandes erogaciones para las arcas municipales, señaló el Alcalde.
El Municipio de Guayaquil despachó la noche del pasado martes 30 camiones más con ayuda humanitaria a Manabí y Esmeraldas. Hasta el momento ha enviado kits de alimentos, higiene y agua para proveer a 110 000 personas por una semana, informó.
“La ayuda nacional tiende a mermar pero empieza a llegar ayuda internacional; esa la canalizaremos mediante un convenio con la Cruz Roja”, indicó Nebot.
La Alcaldía prepara además, junto a la empresa privada, una donación de soluciones de vivienda. Se trata de un plan de diseño arquitectónico con contenedores, como una opción de vivienda rápida y segura para los damnificados.
En Guayaquil 167 edificios fueron revisados por técnicos nacionales e internacionales; 137, que sufrieron daños leves, están firmando actas de ocupación con el compromiso de culminar las reparaciones en un plazo máximo de 30 días.
Las otras 30 edificaciones, con daños estructurales “subsanables”, deben ser reforzadas antes de volver a ser ocupadas. “Cuando nosotros recomendamos las cosas es porque creemos en ellas y las ponemos en práctica: habrá exoneración tributaria para los edificios afectados por el terremoto”, indicó Nebot, quien volvió a criticar la carga en impuestos del gobierno central en una economía ‘endeble’. “No hay corresponsabilidad de Estado. No se ajusta por ninguna parte el obeso y adiposo”, dijo.
La Municipalidad ofrece una exoneración de dos años en impuestos municipales a las edificaciones que sufrieron daños menores y una exoneración tributaria de cinco años para las edificaciones con daños estructurales.