El puente peatonal une Guayaquil y la isla Santay fue muy concurrido durante este feriado. Foto: Joffre Flores/ElComercio
El presupuesto familiar no alcanzó para viajar a las playas de Salinas, en Santa Elena. Pero ese no fue un impedimento para que Jéssica Franco y su familia disfruten de un buen chapuzón.
Este sábado 11 de octubre, desde temprano, ella y sus hijos salieron desde su casa en la ciudadela Samanes, norte de Guayaquil, para visitar el balneario popular y artificial de la ciudadela Coviem, construido por el Municipio local en el extremo sur de la ciudad.
“La plata no es un problema. Ahora hay buenas opciones para paseos familiares sin salir de la ciudad”, dijo mientras se daba un duchazo antes de ingresar a una de las piscinas.
El balneario, situado entre las avenidas Pío Jaramillo Alvarado y 25 de Julio, tiene 23 000 metros cuadrados de extensión y capacidad para 3 500 usuarios por día. Uno de los administradores del sitio explicó que la semana anterior (se abre de miércoles a domingo, de 10:00 a 15:00) llegaron casi 12 360 personas.
Esto debido a las vacaciones escolares en el régimen Costa, pues regularmente el número de visitas bordea las 5 000.
Solo ayer (10 de octubre), hasta el mediodía, habían llegado 1 340 personas en bermudas, zapatillas y camisetas ligeras. Los más jóvenes demostraban su destreza en hacer piruetas en el agua; mientras que los adultos decidieron descansar en las orillas del parque.
La llovizna que se presentó desde la madrugada no desalentó a Carmen Vizcaíno, quien llegó con sus hijos desde el sector de la entrada de la 8, en el noroeste. “Les había prometido este paseo y hoy les cumplí”, dijo cuando salía del sitio.
En el balneario hay piscinas para niños y adultos. En el centro también hay sillas para tomar sol, mientras que en los costados existen espacios con césped artificial para descanso. 16 salvavidas estuvieron a cargo de la seguridad, a más de equipos de la Cruz Roja y guardias de vigilancia para el control en el ingreso.
El día nublado y fresco también fue cómplice para quienes planificaron recorrer la isla Santay. En el extremo del puente que la conecta con Guayaquil, decenas de familias hicieron fila para visitar la ecoaldea, la cocodrilera y tener un contacto más cercano con la naturaleza.
Según datos del Ministerio del Ambiente, entre el viernes y la tarde de este sábado han ingresado 31 235 visitantes a la isla.
Leonidas Avilés delineó desde el día anterior la ruta que tomaría para recorrer, con su bicicleta, toda la isla Santay. Casco, zapatos deportivos, guantes y un traje especial de ciclista fueron suficientes para emprender esta aventura que comenzó en Durán, donde se construyó el otro puente. Pedaleó por cuatro horas y llegó a Guayaquil casi al mediodía.
En cambio Judith Arce solo decidió caminar por el puente de 851 metros de largo, disfrutar de la brisa del río Guayas y luego retornar a Guayaquil. Sus nietos Bryan y Cléber Terán le acompañaron.
Santay tiene 2 179 hectáreas y es el hábitat de 138 especies de aves, 13 de mamíferos, 12 de reptiles y dos de anfibios. En sus senderos se puede encontrar cinco especies de mangle y otras 65 plantas típicas de los humedales de la Costa.