El último 27 de octubre, por las calles del norte y centro de Guayaquil, se cumplió por segunda ocasión el programa ‘Al trabajo en bici’.
Se trata de una actividad con la que se busca, al menos por ahora, que el último lunes de cada mes el guayaquileño deje el carro y se movilice en bicicleta a sus labores.
A fines de septiembre, una veintena de pedalistas se sumó a la iniciativa del Club Ecociclismo Ecuador Aventura. Durante el recorrido el líder del grupo, Luis Sánchez, hizo que los vigilantes de tránsito que los escoltaban emitieran citaciones a 20 vehículos que obstaculizaban la ruta trazada para los ciclistas.
En efecto, especialmente en el centro de la urbe, el Municipio de Guayaquil hizo un trazado para el uso de los ciclistas. Pero los conductores de los vehículos no respetan los espacios y se parquean sobre ellos, pese a que los letreros advierten la prohibición.
Aunque falta más, quienes utilizan la bicicleta para diversas actividades creen que la ciudad se está volviendo más amigable al ciclista.
Por primera vez, Cristina Ordóñez fue a su trabajo en bicicleta. Y aunque apenas recorrió por 15 minutos cree que una de las formas de cuidar el medioambiente sería utilizando menos autos y priorizando la bicicleta.
“Esta campaña es motivadora pese a que el tráfico es intenso y da un poco de miedo. Lo ideal es que en toda la ciudad se establezcan sitios para parqueo de bicicletas que aún son mínimos”, explicó la funcionaria de una agencia de transporte marítimo.
Wendy Bravo es nueva en los grupos que hoy recorren la ciudad en bicicleta a manera de recreación. “Los conductores deben tener mayor respeto al ciclista. Pero es algo que poco a poco se va superando ya que se está creando una cultura de movilidad amigable al ambiente”.
Según Luis Sánchez, quien inició hace más de 17 años los ciclopaseos y cuyos frutos se están viendo ahora con una masiva participación de ciudadanos en actividades ciclísticas, la ciudad está cambiando. “Los autos se están acostumbrando a vernos a diario al menos en sectores donde el tráfico no es tan rápido, como en el centro, la avenida Orellana, la 25 de Julio y otros que los ciclistas ya lo están usando hace tiempo”.
En Guayaquil, desde el 2011, el Cabildo estableció un presupuesto de USD 500 000 para iniciar un proyecto de 10 bicirrutas que se entrelazarán entre sí. La primera diseñada es de 3,1 km y une dos rutas en una, articulando el malecón con el casco comercial.
Sánchez habla de otros proyectos que dialogan con el Cabildo, como la ciclovía que conecte las terminales Bastión Popular y Río Daule (Metrovía); esta facilitaría el programa ‘Al trabajo en bici’. “Estamos presionando que hagan ciclovías en las avenidas 25 de Julio, Quito, de las Américas, Orellana con lo que cruzaríamos la ciudad de polo a polo, como hacen en la capital con la (av.) Amazonas en un solo cruce”.
El tema tiene que complementarse con las conexiones paralelas en calles como El Oro, Gómez Rendón, Aguirre… “Se han hecho ciclovías recreativas, pero no se conectan con toda la ciudad”.
Los ciclistas en las calles cada vez son más. Se reúnen para paseos nocturnos o los fines de semana. Ahora suman la ruta a la Isla Santay. Entre las agrupaciones están Ecuador Aventura, Ciclistas de la Calle, Ciclistas sin Fronteras, Republicanos, Club Monobikers, Facebook Cyclist, Lost Bikers, Guayaquil en Bici, Republicanos Bikers, Libre Actividad, Mono Bikers, A todo pedal…