Una imagen de archivo tomada el 14 de marzo 2014 muestra una vista parcial de la antigua ciudad oasis de Palmira. Foto: Joseph Eid/ AFP.
Tras la toma de la ciudad histórica de Palmira, la milicia terrorista Estado Islámico (EI) controla ya aproximadamente la mitad del territorio de Siria, aseguró el 21 de mayo del 2015 el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, una organización no gubernamental con sede en Londres.
El Observatorio confirmó que la milicia terrorista también tiene en su poder el sitio arqueológico de la ciudad, levantada en un oasis en el centro de Siria. Las ruinas de Palmira, que datan del siglo I después de Cristo, fueron declaradas Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco.
Palmira, una antigua metrópoli comercial, es considerada como uno de los complejos arquitectónicos antiguos más importantes de Oriente Próximo.
El jefe del Observatorio, Rami Abdel Rahman, señaló a dpa que la situación humanitaria en Palmira también es grave y que no hay electricidad en la ciudad. Según Rahman, aviones del régimen sirio efectuaron varios ataques contra posiciones del EI en Pamira.
Activistas del Centro de Medios de Palmira dijeron que la milicia terrorista ha impuesto un toque de queda y que sus combatientes están registrando las casas en busca de seguidores del régimen del presidente Bashar al Assad.
Los yihadistas habrían degollado a varios combatientes del régimen. Los activistas locales aseguraron que también se ha cortado el agua y que no hay atención médica. Según estas fuentes, aún hay varias decenas de miles de personas en la localidad, entre ellas refugiados que huyeron de otras zonas. No hay confirmación independiente sobre estos datos.
En París, la directora general de la Unesco, Irina Bokova, dijo que la destrucción del sitio arqueológico de Palmira sería “una enorme pérdida para la humanidad“.
En un video publicado en Internet por la organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Bokova dice sentirse “extremadamente preocupada” por lo que pasa en Palmira. Bokova volvió a pedir que cesen las hostilidades y llamó al Consejo de Seguridad de la ONU a implicarse en el tema. “Necesitamos la movilización total de la comunidad internacional”, indicó.
Activistas de Palmira aseguraron que hasta el momento los rebeldes yihadistas no han causado destrozos. Citado por la agencia estatal de noticias Sana, el director del Departamento de Museos y Antigüedades de Siria, Mamun Abdul Karim, dijo que cientos de estatuas habían sido trasladadas a un lugar seguro antes de la irrupción del EI.
En el norte de Irak, combatientes del EI ya habían destruido en marzo yacimientos arqueológicos únicos, entre ellos las ruinas de las ciudades milenarias de Nimrud y Nínive. Según la interpretación de los yihadistas, las ruinas representan lugares de culto de los “infieles”. Además, está prohibida para los extremistas islamistas cualquier imagen o representación figurativa de seres humanos.
En Damasco, mientras tanto, al menos una persona murió y otras tres resultaron heridas cuando un proyectil de artillería impactó cerca de la embajada de Rusia en la capital siria, informó la televisión estatal. La persona fallecida sería un guardia sirio.
Entre los heridos no hay diplomáticos rusos, dijo un portavoz de la embajada a la agencia de noticias Ria Novosti. De momento no se sabe quién fue responsable del ataque. La televisión siria dijo que “terroristas” habían atacado el barrio de Masraa, donde se encuentra la embajada rusa. Hasta el momento, el centro de Damasco ha salido relativamente indemne de la violencia de la guerra civil que vive Siria desde hace más de cuatro años.