Un siglo en las vías de Estados Unidos. Foto: www.greyhound.com
El lebrel de Greyhound, símbolo de un Estados Unidos en perpetuo movimiento, llegó en estos días a su primer siglo de vida reconvertido en nuevo modelo de viaje para una clientela siempre joven, pero más urbana y que busca a bordo comodidades como asientos de cuero, más espacio para las piernas y por supuesto wi-fi.
“Tenemos un brillante futuro delante”, dice David Leach, presidente de la empresa con base en Dallas, en conferencia de prensa.
Hoy día 1 229 autobuses de Greyhound cubren más de 3 800 ciudades en Norteamérica. El año pasado, la flota de “lebreles” atravesó casi 9 000 millones de kilómetros para transportar a 10,5 millones de pasajeros, y según Leach tiene un “potencial de crecimiento” de otros 31 millones.
Para quien quiere seguir las huellas de Jack Kerouac desde las costas del Atlántico hasta el Pacífico en California, los pullman grises que brillan al sol son desde hace 100 años un icono de estilo, un símbolo como los Levi’s y el “Easy Rider”.
En la última década, sin embargo, el servicio de ómnibus iniciado en 1914 por iniciativa de dos inmigrantes suecos que transportaban en un pequeño furgón a los mineros de Hibbing, un pueblito de Minnesota, parecía encaminado al ocaso.
Cuando en 2007 fue comprada por la compañía escocesa First Group, Greyhound tenía autobuses tambaleantes y gran necesidad de un mecánico. Pero sobre todo, muchos vehículos dejaban las terminales con decenas de asientos vacíos, y los ocupados vendidos a precios de descuento.
Hizo falta entonces una reestructuración profunda que requirió cortes dolorosos: cientos de ruta, sobre todo en los estados del oeste, el sur y el medio oeste, fueron eliminadas.
Así 260 localidades entre Chicago y Seattle dejaron de recibir los autobuses con la marca del lebrel.
Lo que perdieron esas Hibbings de Estados Unidos lo ganaron, en cambio, las grandes ciudades. En lugar de los viajes costa a costa por etapas, Greyhound apunta ahora a conexiones directas entre grandes centros urbanos que distan entre 300 y 500 kilómetros de distancia.
“Trasladamos la distancia cubierta entre Nueva York y Los Ángeles a, por ejemplo, Nueva York y Boston con conexiones ‘shuttle’ de 45 minutos”, explicó Leach.
Ahora Greyhound atiende a miles de “parejas de ciudades” con rutas directas y se llama también BoltBus, la marca preferida de los estudiantes universitarios: con wi-fi y tomas de alimentación para computadoras a bordo, se prevé además un sistema de check-in vía teléfono celular en lugar de pasajes de papel.