Redacción Negocios
El Gobierno ratificó la decisión de mantener dos empresas públicas que gestionen y administren los recursos hidrocarburíferos estatales.
La noche del martes, el presidente, Rafael Correa, emitió dos decretos ejecutivos a través de los cuales dio origen a la nueva Empresa Pública de Hidrocarburos del Ecuador, EP Petroecuador y a la Empresa Pública Petroamazonas.
Este formalismo se llevó a cabo para alinear la estructura de las dos compañías a la Ley de Empresas Públicas.
El decreto 315 que da paso a la creación de la EP Petroecuador, indica que su objetivo es la gestión del sector estratégico de los recursos no renovables y su intervención en todas las fases de la actividad hidrocarburífera.
Sin embargo, el decreto 314 que crea a Petroamazonas pone énfasis en que su objetivo se concentrará en las fases de exploración y explotación.
Y ello se ha demostrado en el último año, cuando la explotación de campos asumidos por el Estado como los bloques 7 y 21, o el campo Pañacocha, están bajo el mando de Petroamazonas.
Para el ex vicepresidente de Petroproducción, Óscar Garzón, con esta acción el Gobierno busca aprovechar la tecnología e infraestructura que Oxy manejaba en el bloque 15 y que asumió Petroamazonas.
Añade que esta segunda petrolera estatal se perfila en el futuro como la principal compañía que producirá más crudo que Petroecuador.
Y el argumento es que todos los campos que está asumiendo el Estado se están entregando a Petroamazonas.
El representante del Foro Petrolero, Alfredo Pareja, indicó que la separación entre Petroamazonas y Petroecuador podría obedecer a que la primera empresa tiene una prestigiosa cultura empresarial heredada de Oxy y que el régimen no quería contaminarla con el perfil ineficiente de Petroecuador.