El gobierno y los apagones

Roberto Carrión Cevallos

Sin dudas que, estas últimas semanas han sido muy complicadas para la población debido a los racionamientos de energía.

El Gobierno de manera presurosa ha emprendido un conjunto de medidas para paliar la crisis. La traída de generadores, la compra de energía a Perú y  a Colombia, se cuentan como las principales acciones.  Todas estas medidas habrían  tenido un menor costo si se la hubiera adoptado oportunamente.

Hoy estamos pagando la energía a Perú a un precio aproximado de USD 35 kW/h, casi cinco veces el costo normal de la energía que compramos como consumidores finales.
Todos estos sobrecostos serán asumidos por el Estado, pues la tarifa sigue igual.

El sábado pasado, en su cadena sabatina, el Presidente  anunció una reducción de la planilla eléctrica para los sectores residencial y comercial como una forma de compensar por este desabastecimiento (por un período de 45 días).

Estas compensaciones al final serán pagadas por la sociedad, pues esos recursos invertidos en electricidad se traducirán  en menos obras para otros sectores.

Si bien la población  reclama una pronta solución a la crisis energética, la forma de volver a la normalidad no debe ser en función de declaraciones que más tienen el interés inmediato por recuperar la imagen del Gobierno. 

En este momento, es necesario ser cauto con lo que se dice, estamos ante una época de escasez, debido a la falta de lluvias, y se lo está supliendo con generación cara; lo mínimo que se debe solicitar a la población es mantener un estricto ahorro de electricidad mientras persista esta emergencia, más allá de las medidas de ahorro adoptadas; no porque mañana se terminen los apagones podemos derrochar energía.

Durante este período deberíamos economizar la energía, pues al final los costos los  estamos pagando  todos los ecuatorianos.

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