Los ingresos no serán suficientes para cubrir los gastos del próximo año y el Gobierno tendrá que endeudarse en USD
8 807 millones para cumplir con su plan de inversión, pero también para pagar deudas contratadas anteriormente.
De ese monto, USD 3 091 millones se destinarán a pagar deudas anteriores (capital), según el Presupuesto 2015 aprobado por la Asamblea Nacional el jueves pasado. Es decir, se pagará deuda con más deuda.
El ministro de Finanzas, Fausto Herrera, dijo que este monto elevado se explica porque incluye USD 650 millones que el Estado debe cancelar el próximo año por el vencimiento de los bonos 2015.
Endeudarse está bien, siempre que ese dinero genere ahorro en el futuro, explica el catedrático de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), Carlos de la Torre.
Una familia, por ejemplo, puede endeudarse para comprar una casa. Aunque esta adquisición le supondrá un alto nivel de gasto al principio, a futuro le generará ahorros, pues ya no tendrá que pagar el arriendo de la vivienda.
Pero ¿qué sucede si los ingresos de la familia no alcanzan pagar las cuotas mensuales o ni siquiera los intereses de ese préstamo? Probablemente, la familia deberá recurrir a nuevos créditos o incluso a costosos avances en efectivo de las tarjetas de crédito.
“Una familia debe planificar sus ingresos y gastos, y ahorrar de tal manera que pueda pagar la cuota de la casa”, explica Jaime Carrera, secretario del Observatorio de la Política Fiscal.
Al igual que en el presupuesto familiar, dice, los países deben ahorrar, al menos, para pagar los intereses de la deuda, que no es el caso de Ecuador, cuyo presupuesto tiene un gran hueco fiscal o déficit.
El editor de Análisis Semanal, Alberto Acosta Burneo, cree que esta política no es sostenible en el tiempo y le preocupa que se vuelva permanente. “Es una fase acelerada de endeudamiento para los siguientes años. Se ve que el Gobierno quiere insistir en su modelo de gasto público para impulsar la economía”.
El Ministro de Finanzas señaló días atrás que si bien la deuda pública representará el próximo año entre el 30 o 30,5% con relación al PIB, este aún es menor al límite del 40% que establece la Constitución.
Y aunque dijo que este y el próximo año son difíciles, por las inversiones que demandan las grandes centrales hidroeléctricas, espera que el escenario mejore a partir del 2017, cuando el Fisco reciba más ingresos como resultado de una mayor producción petrolera (ingreso de los bloques 31, 43 y Pungarayacu) y también se reduzcan los gastos en importación de combustibles.
Con ello, dijo, las necesidades de financiamiento se reducirán.
Para Acosta, el problema es que detrás de esta política no hay una lógica de reducir gasto, sino de confiar en un aumento de ingresos futuros, que a menudo son inciertos. “El año pasado se proyectaba que el 2016 sería un año de buenos ingresos, pero en la Pro forma de este año se retrasó esta meta y se plantea ahora que será el 2017. Habrá que ver si esto se cumple o si se sigue retrasando y seguimos con una política de alto endeudamiento”.
Si se considera que en el 2015 también se debe cumplir con el pago de la preventa petrolera a China, las necesidades de financiamiento subirán USD 1 300 millones, dice el exministro de Finanzas, Fausto Ortiz.
Pese a ello, cree que el próximo año el país podrá conseguir el financiamiento que requiere.
Ahora que el país debe tomar más deuda para poder financiar sus gastos, el derrumbe del mercado petrolero plantea otro problema para el Fisco.
Bonos más riesgosos
La baja de los precios de la energía ha elevado el rendimiento de los bonos de Ecuador con vencimiento en el 2024. El 21 de noviembre pasado el rendimiento se ubicó en 8,01%, aunque ocho días antes habían alcanzado el 8,10%, el nivel de interés más alto del año, según datos de Bloomberg.
En junio pasado, Finanzas anunció la colocación exitosa de estos bonos por USD 2 000 millones a una tasa del 7,95%, que había descendido hasta un 6,44% en septiembre pasado.
Pero hoy los compradores de los bonos exigen una mayor tasa de interés por temor a que el Gobierno no tenga los ingresos suficientes para pagar la deuda, dice Ramiro Crespo, de Analytica Securities.
Los posibles prestamistas exigirán que el país pague una mayor tasa para facilitarle dinero a futuro, explica Crespo. En general, dice, el acceso al financiamiento se encarecerá.
Pero todo dependerá de cuánto dure la caída del precio del petróleo y de las medidas que tome el Gobierno para afrontar esa falta de ingresos.
Herrera señaló días atrás que el Gobierno dispone de 22 fuentes de financiamiento para cubrir el hueco fiscal del 2015. De ese, el 60% está firmado y el resto está por firmarse.