Redacción Deportes
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Los masajes, las terapias y la música de relajación acompañan todos los días a Gloria Paz en el Spa Serenidad, ubicado en el sector de Bellavista, al norte de Quito. Quienes la conocen afirman que la hija mayor del directivo albo Rodrigo Paz es tranquila y amigable con todos sus clientes.
El panorama es distinto cuando entra a la Casa Blanca. Allí, Gloria grita, recrimina y hasta es capaz de insultar a un árbitro.
En el estadio
El miércoles, Gloria Paz llegó al estadio a las 18:00 y se dirigió a la suite 242. Ahí pidió una ‘cervecita’ para ‘calentar’ el ambiente antes de la final ante el ‘Flu’.
Gloria Paz también tiene un consultorio de terapia medicinal en el edificio de Produbanco, ubicado al norte de Quito. Ahí brinda sesiones personales.“Cuando voy al estadio a ver a Liga me sale el Hulk (el hombre verde de las tiras cómicas de Marvel) que tengo dentro”, reconoce la robusta mujer y de cabello ensortijado, antes de ingresar a la suite 242 de la Casa Blanca.
Ahí, en la suite que pertenece a su padre, intenta aplacar los gritos en contra de los jugadores del rival de la jornada de la ‘U’. “Este sitio es más ceremonioso y hay que calmarse un poco”, bromea.
En cambio, cuando acude a los graderíos de la general norte o a la tribuna oriental del estadio de Ponciano es más efusiva.
Pese a esto, hace dos semanas, sucumbió a sus impulsos y gritó en contra del árbitro Samuel Haro, desde la suite. El juez riobambeño expulsó al delantero argentino Claudio Bieler y Gloria gritó con euforia. El dolor de cabeza, por los reclamos, le duró dos días.
Es solo una de sus múltiples anécdotas en el escenario de Ponciano. En agosto del año pasado llevó a siete empleados de su spa a la final de la Copa Libertadores. El grupo llegó a las 14:00 y se ubicó en la general sur alta.
Casualmente, el ajetreo del fútbol motivó a la quiteña a estudiar medicina alternativa. A Gloria, el balompié le empezó a gustar a los 2 años, cuando su padre sujetaba su mano y la llevaba a los partidos del club albo en el estadio Olímpico Atahualpa.
Por eso, empezó a practicar el deporte desde la adolescencia. En la juventud, jugaba de defensa y delantera. Eso sí, siempre le gustaba demostrar sus condiciones en los equipos formados por hombres. Pero una lesión, a los 25 años, le apartó de las canchas.
Esto le motivó a estudiar medicina alternativa para aliviar los dolores ocasionados en los partidos. Por eso, en 1991, abrió el spa, tras obtener una especialidad en medicina alternativa.
Hace cuatro años, también fundó la radio en Internet Serenidad (www.radioserenidad.com). Esta estación promociona un eslogan: Para la conciencia planetaria. En la radio el ‘top five’ de la semana incluye los temas de Black Eyed Peas, Secret Garden, Bajo Fondo, Ronan Hardinam y The Fray.
Pero Gloria, de 46 años y quien siempre prefiere utilizar ropa deportiva, reconoce que el fútbol es su pasión. Por eso, anteanoche acudió a la suite 242 para observar a los albos en el cotejo ante Fluminense de Brasil.
Llegó al lugar tras subir un centenar de gradas, junto a su prima María Soledad Holguín. Fernando Rivadeneira, esposa de esta última, acompañó a las damas.
Ahí, cumplió con su habitual cábala. Se ubicó en el primer puesto de la segunda fila. Delante, su padre Rodrigo observaba el estadio de Ponciano junto a Juan Moncayo, uno de sus amigos íntimos. En el sitio, también estaba Verónica, su hermana.
Gloria sacó una campana blanca y empezó a agitar la campana, que adquirió en 1990 cuando Liga aún jugaba de local en el Atahualpa. Ahí, empezó nuevamente a descargar la tensión y a soñar con un tercer título internacional del club de sus amores, Liga.