Varias personas acudieron a los parques de la ciudad de Quito, para aprovechar de un día soleado, previo al término del feriado de carnaval. Foto: Andrea Rodríguez/ EL COMERCIO
Tras varios días de lluvia, Quito amaneció soleado este martes 25 de febrero, último día del feriado de Carnaval. Esto motivó a aquellas personas que no salieron de la ciudad a concurrir a los parques que ofrecen la posibilidad de realizar diferentes actividades.
En el Parque La Carolina, en el norte de Quito, las canchas de básquet y vóley lucían llenas de jugadores, al igual que las rutas para los ciclistas y atletas. A diferencia de los fines de semana, no hubo muchas familias acampando o improvisando una mesa sobre el césped, como suele ocurrir los fines de semana.
En los alrededores tampoco se observaron ventas ambulantes y los parqueaderos lucían semi vacíos.
Carmen Quichimbo, de 46 años, acudió con sus nietos para aprovechar el sol, ya que no pudo salir de la urbe por falta de presupuesto. Además, comentó que regresará a su casa al mediodía.
Tomás Rosero, quien vive frente al parque La Carolina, dice que siempre sale a trotar con su mascota, porque es una manera de entretenerse y de mantenerse saludable. Comentó que durante este feriado no vio tanta gente en este sitio de esparcimiento como otros días. Raquel Andrade acudió a este lugar a partir de las 10:00 para trotar en la pista atlética que lucía mojada por las lluvias.
Le encanta ir al parque cuando no hay mucha gente, por eso agradecía que las personas hayan salido a otras ciudades en feriado para poder aprovechar la tranquilidad que le brinda este lugar.
En el parque Metropolitano hubo menos gente que en La Carolina. Este sitio, donde suelen hacer ejercicio los ciclistas de montaña y quienes gustan de caminar rodeados de naturaleza, lucía casi vacío.
Carla Pérez, ciclista, comenta que se topó con mucho lodo en la ruta habitual, pero disfrutó el trayecto. Esta joven deportista tampoco salió de la ciudad, porque prefiere aprovechar la ciudad cuando está vacía. Mientras tanto, Antonio Guarderas indicó que caminó 45 minutos como le recomendó el médico que haga a diario. Señaló que la gente se quedó más en las comidas que en los lugares destinados para hacer ejercicio. Cuenta que camino al parque vio la ciudad desolada. “Como ya no juegan ni carnaval, Quito parece botado“.