Redacción Quito
El parque El Ejido, ubicado en el centro-norte de la capital, fue uno de los sitios más concurridos durante el fin de semana. Pese a que las obras de regeneración en el interior no han concluido, cientos de personas llegaron a este sitio para hacer deporte o comprar artesanías en los cubículos que se instalaron en el interior del parque.
Las fechas de la obra
La remodelación del parque comenzó en mayo de este año, en la anterior administración municipal. Se anunció que la obra estaría lista el 10 de agosto.
En octubre la obra se paralizó por la falta de recursos económicos. El cambio de autoridades del Municipio frenó la asignación de recursos por parte del Fonsal.
En noviembre se reanudaron los trabajos. El 22 de diciembre, Augusto Barrera visitó el parque. Anunció la obra para 2010.
Los jugadores de ecuavóley solicitan que las canchas donde se practica este deporte se limpien y se marquen las líneas.Enrique Bustamante, comerciante, caminó por los espacios verdes el pasado sábado. Él aseguró que la apertura del parque, luego de ocho meses, lo motivó a volver al parque a vender helados. “Hay trabajos por hacer como limpiar bien el piso. Pero lo importante es que ya viene gente”.
La imagen del parque que está entre las avenidas 10 de Agosto, Patria y 6 de Diciembre y que tiene 14,1 hectáreas es diferente. Ya no se ve el plástico verde que cubría el perímetro hace tres semanas. Los senderos ya no son tan polvorientos. Además, se instalaron los juegos infantiles y bancas para el descanso de los visitantes.
José Conterón, presidente de los artesanos, manifestó que en los últimos meses de este año sus ventas bajaron por el cierre del parque. Actualmente, los 197 vendedores de artesanías que dejaron el parque El Arbolito regresaron a su sitio habitual con la autorización del Fondo de Salvamento (Fonsal).
En algunas zonas del parque el cemento todavía luce fresco. Esto se puede observar especialmente en los sitios de ampliación. El césped, en algunas partes, también está seco. La pileta que está en medio del parque ya funciona.
Sin embargo, varias viseras todavía están sin techo y falta instalar algunos monumentos. El sábado, los obreros soldaban los tubos de las viseras. Otros, en cambio, colocaban adoquines y recogían el material de los trabajos.
Andrés Chisag, un padre de familia, buscó un área limpia para acostarse junto a su hijo Bryan el pasado sábado. Chisag lamentó la falta de limpieza en algunas zonas del parque. “Hay basura regada. Con el viento se levanta el polvo de las montañas de tierra que todavía quedan. Falta un mejor cuidado del parque”.
Asimismo, el Fonsal ubicó a guardaparques para que controlen la seguridad personal y el cuidado de los juegos infantiles. El patrullaje de la Policía fue continuo el fin de semana.
Según la planificación del Fonsal, al final de la obra el propósito es unificar la imagen urbana del centro y norte de la urbe. Entre los trabajos complementarios todavía falta colocar las camineras iluminadas y la readecuación de las baterías sanitarias infantiles.
El Municipio anunció en la reapertura que la obra estará lista en dos meses más, según el cronograma. La inauguración previa se realizó con el propósito de invitar al público a visitar el parque. La rehabilitación del parque costó USD 2 600 000.