Las precipitaciones caídas en las últimas semanas, en Quito, causan daños en las vías. En 30 calles secundarias del Distrito, que sirven de rutas alternas para evadir la congestión de las vías, hay tramos en los cuales el pavimento tiene baches o el adoquinado está levantado.
En Quitumbe, en la av. Llira Ñan el deterioro de la calzada, que inicialmente era de lastre, empieza cruzando la av. Cóndor Ñan. En un tramo de 2 km la calzada es irregular. Pese a esto, los conductores circulan por esta vía para evitar la congestión de la av. Maldonado.
Elena Zhamungi, usuaria, mencionó que prefiere circular por esta avenida porque el tránsito es más fluido. Cuando llueve la calzada se vuelve fangosa y se forman nuevos baches.
En esta zona, en la avenida Quitumbe Ñan, la situación es similar. Al pasar la Cóndor Ñan hasta la entrada de la Ciudadela del Ejército hay solo una parte de la vía habilitada. Esta funciona en dos sentidos. El otro lado es de tierra. En Guajaló, el paso por la calle Manglaralto también es restringido. En la parte sur (cerca de la av. Morán Valverde) se realizan obras de adoquinado. Hay partes con adoquines removidos.
La calle Juan Borgoñón, ubicada en Chimbacalle, a pocos metros de la av. Napo también está deteriorada. Quienes circulan por esa vía lo hacen con precaución ya que la calle está llena de huecos y desniveles.
Fernando López, morador del sector, comentó que a esta vía “no la han repavimentado hace un buen tiempo. Solo la bachean, pero con el desgaste diario, el problema persiste”.
Los conductores enfrentan también está situación en otras vías cercanas como la Andrés Pérez, que conecta con la av. Juan del Alcázar, a la altura de Las Cinco Esquinas.
Luis Ayala, taxista, sabe el daño que puede causar en un vehículo un “bache mal cogido”. Por esta razón, debe hacer maniobras para esquivar los huecos. Pero hay calles, como la Alamor -que se conecta con la av. Maldonado- en las que el daño es más fuerte. Según Ayala, cada seis meses lleva su vehículo a la mecánica para alineación de los neumáticos y revisión de la suspensión.
En la calle Jacinto Collahuazo, que pasa por el parque de La Magdalena y se une con la av. Rodrigo de Chávez, el panorama es similar. Según Alejandra Medina, quien tiene un negocio, la vía está afectada desde hace más de un año.
En el centro hay otros casos. La calle Pedro Calixto, por ejemplo, tiene adoquines levantados y capas de asfalto que rellenan los huecos. Esta vía conecta con la av. Pichincha. La situación es similar en el centro norte. Las vías que conectan a La Gasca con la Selva Alegre tienen tramos por reparar. Están la Ruiz de Castilla, la Martín de Utreras y la Domingo Espinar. Más al norte, en Cotocollao, hay sitios de la Huachi con baches, al igual que la Pedro Álvaro, que son vías alternas a la Machala y a la Mariscal Sucre. Por ese sector, la Gualaquiza tiene tramos dañados y a desnivel. Esta vía es alterna la De la Prensa.
Hay daños en la Carvajal, en El Bosque. Hacia el este, está la prolongación de la Juan Molineros, en la entrada del Comité del Pueblo. Por ese mismo sector, la Carlos Bustamante está afectada. Esta es una opción a la Eloy Alfaro, en ambos sentidos. Esto se repite en tramos de la av. De los Guayacanes, De los Cipreses y De los Helechos.
Hacia el norte, hay tramos de la Bartolomé Sánchez dañados. Esta calles es alterna a la Galo Plaza Lasso y la Eloy Alfaro.
En Carapungo, las calles Luis Vaccari, Neptalí Godoy y la Jaime Roldós tienen tramos en mal estado. Se suman la Ritter, Eustorgio Salgado, Ignacio de Quezada, Ladrón de Guevara y La Coruña. Al centrosur están la Carlos María de la Torre.
José Salvador, especialista en pavimentos, explicó que las lluvias ‘oxidan’ este material. Eso produce grietas y, luego, baches. Para prevenir esto se requiere contar con un buen sistema de drenaje e impermeabilizar la calzada antes de la temporada invernal. Pero, comentó que tomando en cuenta que en Quito hay alrededor de 4 000 kilómetros de calles, este tratamiento solo se lo hace en las vías principales.
En el informe de gestión de la actual administración se sostiene que en los últimos 5 años se ha realizado un plan de mantenimiento y repavimentación de la infraestructura vial por USD 61,2 millones en más de 1 200 km. La Empresa Pública de Movilidad y Obras Públicas también realiza trabajos emergentes. En promedio a diario se atienden de tres a cinco de estas llamadas.
46 milímetros de lluvias se registró, en abril, en la estación Iñaquito. Se esperaba 171 milímetros.
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