La gente dejó de comprar gaseosas, pero no cervezas

En el micromercado Topics se vieron en la necesidad de reducir el pedido de gaseosas pero no de cerveza. Foto: EL COMERCIO

En el micromercado Topics se vieron en la necesidad de reducir el pedido de gaseosas pero no de cerveza. Foto: EL COMERCIO

En el micromercado Topics se vieron en la necesidad de reducir el pedido de gaseosas pero no de cerveza. Foto: EL COMERCIO

Los dueños de tiendas y micromercados de la capital coinciden en algo: el aumento del precio en ciertas bebidas influyó en que los clientes compren menos gaseosas, pero no afectó la venta de cervezas.

Los propietarios de locales comerciales que venden ese tipo de bebidas en sectores como el Estadio Olímpico, El Inca, y Cotocollao aseguran que algunos clientes se quejan cuando escuchan el incremento en las cervezas, sin embargo, las compran.

Desde el 1 de mayo empezó a regir el aumento de 10 y 20 centavos en los envases de Pilsener, Pilsener Light, Club Premium y Miller Lite. Cervecería Nacional publicó en su página web los nuevos precios máximos sugeridos de las unidades. La Pilsener tradicional retornable y la Light cuestan USD 1,25. antes, costaba USD 1,05.

Mientras que la Club Premium pasó de costar USD 1,10, a USD 1,30. La Miller Lite, que costaba USD 1,20, hoy cuesta USD 1,40. Asimismo, el ‘six pack’ de la botella de Pilsener cuesta USD 6 , es decir USD 1 por botella, mientras que antes cada unidad costaba USD 0,85.

A pesar del incremento, la gente sigue comprando ese tipo de bebidas.

Al mediodía de este sábado 7 de mayo del 2016, Alfonso Prado, quien atiende una tienda ubicada en la Amazonas y Naciones Unidas, contó que la tarde y noche del viernes vendió 55 cervezas. Lo mismo que vendía cuando la bebida era más barata. Pero la historia de las colas fue distinta. Antes del incremento vendía hasta 70 botellas de gaseosas al día, el jueves, por ejemplo, vendió 40.

Algo similar le ocurrió a Juana Játiva, quien atiende un local en Ponciano. Contó que antes los clientes llegaban con el dinero justo para pagar por 10 panes y una botellas de gaseosa de un litro. Hoy en cambio, al ver que no les alcanza, prefieren dejar la bebida y llevarse solo el pan. Ella pasó de vender 60 botellas al día, a vender la mitad. Játiva aseguró que la venta de cerveza no ha disminuido, pese a que el aumento tanto de colas como de cervezas va entre los 10 y 30 centavos.

Los consumidores dicen estar en desacuerdo con el alza de la cerveza, pero igual no dejan de comprar. Luego de jugar un partido de fútbol en La Carolina, Armando Hidalgo compró seis cervezas y pagó por ellas USD 7,80. Antes hubiese pagado 6,30. Cada semana se reúne junto a otros deportistas y la rutina es la misma. El incremento le significará un gasto extra al mes de al menos USD 6.

El costo de la cerveza varía dependiendo de la zona. En Cotocollao, por ejemplo, la cerveza helada es vendida a USD 1,30. Pero en los locales ubicados en los alrededores de la Shirys, el precio alcanza el USD 1,50.

A Janet Fabara, de 59 años, dueña desde el 2004 del micromercado Topics, el miércoles pasado su distribuidor le informó sobre el alza vía telefónica. Ella no tuvo más opción que subir el precio a sus clientes, sin embargo, no ha bajado la venta de esa bebida, a diferencia de lo que ocurrió con las gaseosas. Como consecuencia, debió bajar el pedido solo de estas últimas.

Cada semana hacía dos pedidos de gaseosas de USD 200 cada uno. El último que hizo fue solo de USD 160. Mientras que respecto a la cerveza, sigue haciendo los dos pedidos de USD 300 cada uno que acostumbraba hacer antes.

La venta de cerveza no ha disminuido: ha vendido de 10 a 12 jabas de jueves a sábado, pero admite que depende de las circunstancias como el cobro de la quincenas, eventos especiales, partidos de futbol, inclusive del clima.

Pero las gaseosas no han contado con la misma suerte. Ella optó por colocar letreros en cada envase con el nuevo precio, porque debido a la variedad del producto su memoria le puede fallar en el nuevo rubro. En su refrigerador hay 66 tipos de productos de bebidas de una sola marca.

Como el monto de la factura aumentó con el incremento en el precio de las colas, no puede comprar la misma cantidad de producto. Dejó de comprar 3 o 4 paquetes, unos de 6 unidades y otros de 12. En total, dejó de comprar en promedio unas 30 botellas.

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