Italia, AFP
Los ministros de Finanzas del G8 inician el viernes por la noche una cumbre de dos días en la ciudad italiana de Lecce (sur) , donde se espera que confirmen su compromiso de seguir apoyando sus economías a la espera de una recuperación, aunque un acuerdo sobre la reforma y el control del sector financiero se anuncia más difícil.
El tradicional diagnóstico sobre la salud de la economía mundial de los ministros de las mayores potencias es muy esperado ante la gravedad de la crisis.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) actualizó sus previsiones, las cuales resultan algo más optimistas con respecto a aquellas de abril, ya que calcula un crecimiento del 2,4% para el 2010 en vez del actual 1,9%.
El Banco Mundial resalta en cambio la gravedad del momento y no presentó pronósticos para el 2010.
La entidad estima que en el 2009 se va a registrar una recesión aún más grave, con una caída del 3% del Producto Interno Bruto, en vez del -1,75% pronosticado en marzo.
Sin embargo, numerosas estadísticas recientes apuntan a una reactivación de la economía con un aumento del consumo en Estados Unidos.
Un grupo de 52 economistas interrogados por el Wall Street Journal estima que en el tercer trimestre aumentará la producción industrial y la confianza y se acelerá la actividad en China.
La ministra francesa Christine Lagarde aseguró que hay “numerosas señales de que la caída se detendrá” , aunque la “reactivación será lenta” en Europa, dijo.
Pascal Lamy, director general de la Organización Mundial del Comercio, quien no asiste a la reunión, es menos optimista.
“No veo señales positivas actualmente para el comercio mundial” , aseguró el viernes en París.
La reforma del sistema financiero es el otro tema importante de la reunión preparatoria para la cumbre de jefes de Estado del G8 que se reunirá en julio en L’Aquila, centro de Italia.
Los europeos están divididos sobre el tema, sobre todo por las “pruebas de resistencia” que se deben aplicar para identificar la solidez de los bancos, como han hecho estadounidenses e ingleses.
El debate ahora es sobre la oportunidad o no de publicar los resultados. Los alemanes están en contra, la ministra francesa está “personalmente” a favor, mientras el inglés Alistair Darling demostró una cierta impaciencia sobre el tema.
“Sanar los bancos es esencial y cada país debe abordar el problema. Si ello no se hace, la economía no se enderezará jamás” , declaró a la prensa.
Los avances en ese campo han sido pocos. La mayoría de los 27 países europeos está a favor de una supervisión paneuropea, mientras el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, presentará un paquete de medidas la próxima semana.
Los ministros examinarán la reforma de las instituciones financieras internacionales así como el aumento de recursos para el FMI, acordado en abril durante la cumbre del G20 en Londres. China, Rusia y Brasil anunciaron que quieren comprar las nuevas obligaciones del FMI por decenas de miles de millones de dólares.