El Mercurio de Chile, La Nación de Argentina. GDA
Un gran mapa del español. Una descripción de cómo ha cambiado en el tiempo y de cómo varía en las distintas zonas donde se habla. Una completa guía de consulta frente a la frecuente pregunta “¿está bien dicho?”. Algo así es la nueva gramática del español, que tras 11 años de trabajo en conjunto de las 22 Academias de la Lengua se presentó el 10 de diciembre en la península ante los reyes de España. Una monumental obra de casi 4 000 páginas que viene a ser la primera gramática oficial desde 1931.
Representantes de todas las asociaciones se dieron cita en la ceremonia de entrega y cada uno de ellos habló desde su tierra, pero con la palabra y el lenguaje que todos comparten. En ocho zonas se dividió la labor para producir esta nueva gramática.
Se ha permitido que la nueva gramática sea verdaderamente panhispánica y fruto de un trabajo común
Alfredo Matus
Director de la Academia ChilenaChile tuvo a su representante: José Luis Samaniego, decano de la Facultad de Letras de la Universidad Católica, quien se encargó de incluir las particularidades nacionales de la lengua.
Ese español bien chileno que sólo se ve dentro de las fronteras: “La gran novedad es la incorporación de las variantes americanas del español”, resume. Lo que esconde un gran cambio con respecto al lenguaje. “Es el reconocimiento de que el futuro de la lengua, más que en España, está en América. De los millones de hispanohablantes, la mayoría está en este continente. Su centro ya no está en la península”.
Pero no sólo esto trae como novedad la nueva gramática. Mientras la anterior recopilaba material sólo de textos literarios, esta amplió significativamente su repertorio.
Esta se apoya en una amplia base documental. Incluyó textos científicos, ensayísticos y periodísticos, donde se tomaron en cuenta 300 medios de comunicación y 3 700 referencias bibliográficas de 1 900 autores.
Así mismo, esta gramática, cuyo trabajo estuvo guiado por el lingüista español Ignacio Bosque, es descriptiva porque da cuenta de cómo se usa la lengua, pero también normativa, porque recomienda ciertos usos. Incorpora la tradición del español, pero también los nuevos giros que se le han dado en los últimos años.
En la nueva gramática, los latinos están mejor representados. Allí aparecen, por primera vez como usos normales, el ‘ustedes’ americano, que sustituye al ‘vosotros’ peninsular; el voseo, presente en toda América; los diminutivos de influencia quechua, que algunas veces llegan a ser dobles (chiquitico, ahoritica) y modismos peculiares de cada país.
“Hablo español y no considero ajena a mí ninguna modalidad de habla hispánica”. La cita, expresada por la académica argentina Alicia Zorrilla, resumió el espíritu de esta ‘Nueva Gramática de la Lengua Española’. Se trata de una obra de síntesis, que se nutre de doctrinas clásicas y modernas, y es un complemento del Diccionario de la Real Academia Española, del Panhispánico de Dudas y del Ortográfico.
Lo que sus páginas reflejan, pues, no es el modo ibérico de hablar y escribir, sino un abigarrado paisaje del español que usamos 500 millones de ciudadanos. El director editorial de Espasa Calpe (Grupo Planeta), Alberto Díaz, señaló que a los dos tomos presentados les seguirá otro sobre fonética y fonología, que verá la luz en el V Congreso de la Lengua de Chile, en marzo de 2010.