Un funeral simulado lamenta la baja población en Venecia

Venecia. Reuters y DPA

Una góndola y un ataúd de color rosado, y sobre ellos una corona fúnebre: los venecianos enterraron ayer simbólicamente a su ciudad.

Con el cielo nublado, una procesión de góndolas se trasladó de la estación de trenes hasta la Alcaldía a través del Gran Canal, para llamar la atención ante los equipos de televisión de cadenas internacionales sobre la despoblación del casco histórico de la ‘Serenissima’. Ujieres con capas negras acompañaban el ataúd con flores que simbolizan la muerte de la ‘Reina del Adriático’ a manos de un turismo desenfrenado, la crecida de las aguas, el costo de las viviendas, una baja tasa de nacimientos y la falta de servicios.

El ataúd tocó tierra en el ayuntamiento donde se leyeron mensajes de condolencia y un poema en el dialecto veneciano. Mientras turistas y curiosos tomaban fotos y descorchaban vino, una bandera portando la imagen de un ave Fénix emergió del ataúd para simbolizar el renacimiento de la amenazada ciudad.

Mientras anualmente unos 18 millones de turistas de todo el mundo visitan Venecia, la cifra de venecianos en el centro de la ciudad se redujo a solo 60 000. El ‘entierro de Venecia’ no tenía intención política, pero sí quería llamar la atención de la opinión pública y de los políticos sobre el tema.

En 1951, el casco histórico de Venecia contaba aún con 174 000 habitantes. Hace dos décadas eran solo 80 000. Y en octubre la cifra cayó por debajo de los 60 000, informaron los organizadores de la acción en la red social venessia.com.

La ciudad del norte de Italia, donde se celebran la Bienal de Arte y el Festival de Cine, apuesta en los últimos tiempos por megaproyectos en cultura e infraestructuras, para atraer mayor cantidad de cruceros.

El alcalde Massimo Cacciari reaccionó antes de la acción de hoy, lo que fue interpretado como una señal positiva. Las autoridades, sin embargo, subrayaron que actualmente hay más de 60 000 personas con residencia en Venecia, exactamente, 60 025. Aprovechando la multitud reunida para la protesta, investigadores del Instituto  Worcester de EE.UU. tomaban muestras de saliva para identificar genéticamente a los auténticos venecianos.

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