Gustavo Jalkh: 'El funcionario judicial no ejerce poder, ejerce servicio'

Recibió el título de abogado y doctor en Jurisprudencia por la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (1990) y obtuvo un doctorado (PHD) en Derecho Internacional en la Universidad Sorbona de París, Francia (1995).

Recibió el título de abogado y doctor en Jurisprudencia por la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (1990) y obtuvo un doctorado (PHD) en Derecho Internacional en la Universidad Sorbona de París, Francia (1995).

Jalkh obtuvo un doctorado en Derecho Internacional en la Universidad Sorbona de París en 1995. Foto: Pavel Calahorrano / EL COMERCIO

Entrevista a Gustavo Jalkh, presidente del Consejo de la Judicatura. 

Usted anunció cambios en el proceso para seleccionar jueces. ¿Por qué?
Se trata de un ajuste de forma que hemos hecho para que la prueba psicológica se tome justo antes de entrar a la Escuela Judicial y no al inicio.

¿Qué se busca?
Lo que dice la ley: la prueba psicológica debe determinar si hay un perfil con fobias, rasgos xenofóbicos, con algún rasgo psicológico que lo inhabilite para ejercer el cargo.

¿Se observó algún comportamiento inusual para tomar esa decisión?
Esta es una cuestión de forma. La idea es que quede claro que aunque yo haya pasado los exámenes académicos puedo salir del proceso si no apruebo la parte psicológica.

¿Este ajuste en la prueba psicológica tiene algo que ver con los escándalos de la exjueza Lorena C. y el juez Josafat M.?
El concurso estaba planificado en función de la proyección que tenemos de reemplazos que en el futuro se dan por desvinculaciones, jubilaciones, etc. Entonces, esto no tiene nada que ver con esta coyuntura. Este es un proceso adecuado y lo hemos hecho con mucho rigor.

¿Y después de ver lo que hicieron la exjueza y el juez caben más cambios?
Este caso de la exjueza obliga de alguna manera ver qué ha pasado y si hay algo que perfeccionar en el sistema. Pero el proceso de selección es uno de los más rigurosos de América Latina. Ahora, estos casos también han ratificado que el proceso de autodepuración está funcionando.

Pero el denominador común en estos casos es que ambos hablan del poder. ¿Eso preocupa?
Estas personas hablan de esta forma totalmente inapropiada. Los jueces, los funcionarios judiciales estamos destinados a precautelar la igualdad de derechos. Los funcionarios debemos estar sujetos a un escrutinio público muy fuerte. Los funcionarios no pueden tener en su mente la idea de que ejercen poder, pues ejercen servicio.

¿Han encontrado otros casos similares a los de la exjueza y del juez?
Sí, aunque no relacionados con esto del poder, pero sí de negligencias. Hay gente que entra bien, hay estabilidad, pero la evaluación de desempeño permite identificar a personas que lamentablemente se han burocratizado, han caído en negligencias o no están haciendo el servicio público a la altura. Alguna vez hubo un funcionario que asistió en estado no de ebriedad absoluta, pero sí con un olor a alcohol inadecuado y fue destituido. Pero hay 2 100 jueces en el país y por un grupo que ha tenido un mal comportamiento y no ha quedado en la impunidad no se puede desprestigiar ni el sistema ni peor aún a quienes se comportan adecuadamente.

¿Pero estos casos, sumados a la potencia que tienen las redes sociales para difundir fotos, videos, audios, etc., no cambia el concepto que ustedes difunden de la justicia?
Es cierto esto, pero con honestidad intelectual podemos decir que un número específico de casos no puede desprestigiar todo un sistema y un proceso rigurosos de selección de jueces. Sería absolutamente injusto.

Y ahora la exjueza aparece con personas cercanas a AP e igual sucedió con la jueza Vanesa Wolf que falló contra el capitán Edwin Ortega, investigado por responder al presidente Rafael Correa.
En un caso ya no era jueza y en el otro caso (Wolf) me parece que esas fotos fueron mucho antes de que llegue al concurso. La ley ecuatoriana no tiene ninguna inhabilidad para los simpatizantes. Pero un juez no puede estar en procesos proselitistas.

¿Esta identificación con un partido no les afecta?
En democracia las personas tienen derecho a tener sus preferencias. Pero lo que no pueden hacer es que a la hora de administra justicia pongan en juego esas preferencias.

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