Fuerte réplica de 6,2 grados sacudió Chile

AFP

El nuevo temblor fue de 6,2 grados según la escala de Richter y que se registró a 63 kilómetros de Talca y a 181 kilómetros de Santiago de Chile.

La réplica del temblor que dejó al menos 300 muertos y más de dos millones de damnificados, según lo infomó anoche la titular de la Oficina Nacional de Emergencia (ONEMI), se sintió fuerte en la capital chilena. Allí, sacudió algunos edificios, según testigos.

A su vez, más de 120 personas que habitaban un edificio de la ciudad de Concepción en la Región chilena de Bío Bío eran intensamente buscadas esta mañana bajo los escombros por equipos de rescatistas, informaron las autoridades y la prensa chilena.

El edificio que "colapsó durante el terremoto" de ayer y que cuenta con una decena de pisos "quedó semiderrumbado" y bomberos de Concepción y de Puerto Montt durante la madrugada "lograron retirar tres cadáveres". Corresponsales de la televisión chilena afirmaron esta mañana que "tras los escombros se escuchan golpes y pedidos de auxilio".

Los servicios esenciales como energía eléctrica, gas y agua continuaban cortados esta mañana en la región de Bío Bío, la más afectada por el terremoto.

La destrucción en el centro de Chile de edificios e infraestructura es brutal y fue provocada por el terremoto de ayer, de 8,8 grados en la escala de Richter que puso a temblar la tierra y desató un tsunami que afectó a los pueblos costeros.

Según Sergio Barrientos, jefe científico del Instituto de Sismología de la Universidad de Chile, el sismo de ayer tuvo "una intensidad unas 50 veces mayor que la de Haití", ocurrido el 12 de enero pasado.

Las imágenes desoladoras en territorio chileno apoyan su teoría. Un millón y medio de viviendas dañadas, cientos de edificios derrumbados, caminos destrozados, puentes colapsados, escombros y vehículos convertidos en hierros retorcidos son las postales que enlutan a Chile. Son datos oficiales.

Los especialistas aseguran que este es el segundo peor terremoto en la historia del país y el quinto más fuerte que se haya registrado hasta el momento. "Este es el terremoto más grande que hemos enfrentado en los últimos 30 años", salió a decir el presidente electo, Sebastián Piñera, tras reunirse con el ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma.

El futuro mandatario no tiene una tarea fácil por delante: el 11 de marzo está prevista su asunción y en sus manos recaerá la monumental reconstrucción.

En tanto, la mandataria Michelle Bachelet dejó la Argentina para dirigirse a las zonas más afectadas de su país. Apenas llegó, declaró estado de catástrofe en tres regiones centrales del país, aunque en un mensaje a sus compatriotas pidió conservar la calma y evitar salir a las calles.

El terremoto, cuyo epicentro estuvo cerca de la sureña ciudad de Concepción, se sintió en una extensión de más de 1 600 kilómetros, entre las ciudades de La Serena y Puerto Montt.

Concepción es la segunda mayor ciudad de Chile con más de 200 000 habitantes que viven junto al río Bío Bío. El epicentro se produjo también a 96 kilómetros del centro de esquí de Chillán, uno de los destinos de deportes de invierno destruido tras un sismo en 1939.

Millones de personas abandonaron sus casas cuando la tierra comenzó a bramar en Chile, un país que posee 2.000 volcanes y registra la mitad de la actividad sísmica del mundo.

"No hay ni una calle donde no haya escombros en Concepción", informó el canal estatal de noticias TVN. "En el hospital regional empezaron a evacuar a los enfermos ante el temor de derrumbes". Según una periodista del canal estatal en el primer contacto con la zona, "hay niños gritando debajo de los escombros".

"Nunca, jamás vi algo así", dijo una mujer abrigada con una manta en una calle de Concepción, donde varios edificios de altura se desplomaron. De hecho, la sede del gobierno regional se vino abajo.

Poco antes del mediodía de hoy, el ministro del Interior chileno, Edmundo Pérez Yoma reconoció: "Ha sido un terremoto devastador".

Los movimientos de las placas tectónicas -a una profundidad de 35 kilómetros en el océano- provocaron además una serie de olas inmensas. Una de ellas golpeó la isla de Robinson Crusoe, a 660 kilómetros de la costa chilena.

"Iloca desapareció", contó un oyente de Radio Cooperativa desde ese poblado del sur de Chile, donde el mar ingresó con toda su furia. "¡Esto es impresionante! ¡Esto es impresionante!", llegó a gritar el periodista Hugo Neira cuando el sismo sacudió al país a las 3:34 de la mañana, segundos antes de que colapsaran las comunicaciones.

El Centro Geológico de Estados Unidos reportó que después del sismo de 90 segundos de duración ocurrieron 11 réplicas, de las cuales tuvieron una magnitud de 6,0 grados o más.

En Santiago un edificio de departamentos con un estacionamiento de dos pisos se vino abajo y aplastó unos 50 autos cuyas alarmas sonaban sin parar. La capital, habitada por unos seis millones de personas, quedó además incomunicada del sur del país por tierra, debido al corte de caminos a 45 kilómetros de Santiago de Chile. Por lo menos otros cinco cortes impiden el paso al sur.

Cientos de personas están atrapadas en subterráneos y bajo edificios. Y los chilenos viven fuertes horas de angustia ante la falta de luz, agua, gas e Internet, uno de los sistemas con los que intentan enviar y recibir información.

En tanto, el aeropuerto internacional de Santiago fue cerrado por las autoridades y permanecerá así por lo menos 24 horas porque la terminal de pasajeros sufrió daños de consideración, explicó su director Eduardo del Canto.

Varios hospitales fueron evacuados por los daños provocados por el sismo, explicó la presidenta Bachelet. Y aseguró que una vez que se evalúen los daños podrá decir si su país necesita ayuda y de qué tipo.

Varias cárceles sufrieron daños de consideración y las autoridades informaron que se han escapado presos aunque no han determinado la cantidad. El fantasma de los robos y saqueos asusta a los chilenos. El presidente electo, Piñera pidió a la comunidad que esté alerta para evitar el vandalismo.

Mientras el tiempo corre y juega en contra, las víctimas esperan debajo de los escombros un milagro y todo Chile trabaja que conseguirlo.

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