París, Reuters
Francia se encamina a introducir una prohibición del velo islámico en ciertos edificios públicos, pero evitará aplicar una amplia restricción que pueda violar el derecho a la libertad religiosa, reportó hoy el diario Le Figaro.
Una investigación parlamentaria acerca del nikab y la burka, que cubren todo el cuerpo y que el presidente Nicolas Sarkozy dijo que no eran bienvenidos en Francia, publicará sus recomendaciones el próximo mes y muchos esperan que se llegue a un acuerdo de compromiso.
“Ocultar permanentemente la cara en espacios públicos no es una expresión de la libertad individual”, dijo Jean-Francois Cope, líder parlamentario del partido UMP de Sarkozy, en un artículo de opinión publicado en el diario Le Figaro.
“Es una negación de uno mismo, una negación de otros, una negación de la vida social”, agregó, pero concedió que una prohibición total podría enfrentar ciertos obstáculos legales.
Le Figaro citó a asesores diciendo que una medida de ese tipo podría ser apelada ante la Corte Europea de Derechos Humanos con el argumento de que afecta la libertad religiosa.
En cambio, el Gobierno buscará prohibir el atuendo en edificios públicos como ayuntamientos u oficinas policiales, donde puede citar cuestiones de seguridad, sostuvo.
Las universidades, calles y el transporte público quedarán fuera de la prohibición, que en todo caso afectaría sólo a un pequeño número de personas: se estima que en Francia hay unos pocos centenares de mujeres que usan nikab o burka.
Previamente este año, la propuesta de Francia de prohibir el uso del velo total desató la indignación de algunos y el aplauso de otros. “Todos tienen el derecho a usar lo que quieran”, dijo una mujer francesa de ascendencia marroquí llamada Kenza en una entrevista con el canal BMF hoy.
Vistiendo un nikab negro que sólo dejaba ver sus ojos, contó que había incorporado el uso del velo total hace 10 años como parte de su fe musulmana y que había sentido un aumento de los insultos y ataques verbales desde que el debate público acerca de la prohibición estalló este verano.
El tema ha alimentado una disputa en Europa en torno a símbolos visibles del Islam como los minaretes, que Suiza ha prohibido, al igual que una campaña del Gobierno francés para discutir la identidad nacional.
El debate sobre la identidad nacional ha derivado en peleas públicas en reuniones locales y mordaces comentarios en foros de Internet patrocinados por el Gobierno acerca del rol del Islam en Francia, donde vive la mayor comunidad musulmana de Europ