El colectivo Niru Visual retrata la vida cotidiana de la 24 de Mayo. Foto: Paúl Rivas / EL COMERCIO
El sector de la 24 de Mayo, en el Centro Histórico de Quito, ha experimentado varias transformaciones en los últimos años. Esa dinámica también se evidencia en sus moradores, que son parte del patrimonio vivo de esa parte de la ciudad.
Y justamente, para rescatar la identidad del barrio, el colectivo Niru Visual desarrolla desde el 2014 un proyecto con los vecinos para que sean ellos quienes cuenten la nueva historia de la 24 de Mayo.
Jhois Alarcón, una de las mentalizadoras de la iniciativa, contó que el colectivo desarrolló un trabajo foto documental del sector, tomando en cuenta el proceso de desplazamiento de los moradores antiguos del barrio. La idea, indicó, fue retratar a las personas en su vida cotidiana. Para lograrlo, visitaron las casas de los vecinos, golpeando puerta por puerta, para conocer el lado menos visible del barrio.
El resultado del cuerpo documental, denominado ‘3×8 Behind the city’, mostró cómo los moradores construyen saberes y conservan una profunda identidad quiteña. “Notamos que se unen muchos conocimientos, de la época ancestral y colonial”, aseguró.
El trabajo fue expuesto en el Centro Cultural Metropolitano y resultó ganador del premio Fotoperiodismo por la Paz. Ahora, el objetivo es que esa muestra vuelva al barrio.
Es por eso que el próximo 17 de octubre, las imágenes de los vecinos de la 24 de Mayo serán expuestas en las paredes de las calles García Moreno y Rocafuerte. Alarcón señaló que se preparó un circuito que también incluye la calle La Ronda y el sector del Cumandá.
Además, los días 6, 7, 13 y 14 de octubre se desarrollarán talleres con los vecinos en el parque Urbano Cumandá. El propósito es que los moradores lleven sus fotos, compartan relatos, conozcan a los nuevos habitantes y entre todos, construyan la nueva historia y memoria colectiva de la 24 de Mayo.
Edu León, fotógrafo de origen español pero que reside desde hace siete años en el país, es otro de los integrantes del colectivo. Señaló que el proyecto sirvió para que los moradores puedan “reconocerse en el otro”.