Redacción Cultura
Jeaneth Bonilla enciende la luz de la habitación de 3 x 3 m y, de pronto, aparecen lo que su padre, el compositor y contrabajista Carlos Bonilla Chávez, consideraba tesoros.
Varias filas de partituras están sobre un mueble de madera, en el mismo sitio donde el músico quiteño las dejó hasta antes de su deceso, el 10 de enero pasado.
“Aquí pasaba horas, se ponía a estudiar la guitarra, e incluso dio clases hasta una semana antes de fallecer. No le gustaba que nadie toque sus papeles”.
Algunos documentos están sobre el sintetizador en el cual compuso sus obras, los últimos 10 años. Otros reposan en un atril, ubicado en la mitad de la pequeña pieza, con techo de zinc, que el mismo Bonilla adecuó en la terraza de su vivienda, en el sector de Las Casas.
Jeaneth, la última de siete hermanos, desconoce cuántas obras compuso su padre. La misma incógnita la tiene el resto de sus hermanos, pero reconocen el vasto legado musical que dejó el reconocido contrabajista y guitarrista quiteño.
El mayor de los hijos de Bonilla, René, actual contrabajista de la Sinfónica Nacional, sostuvo en días pasado que “mínimo serán unas 300 obras”.
Para el compositor Gerardo Guevara, no solo importa la cantidad sino también la calidad, que en caso de Bonilla fue excepcional. “Quizá lo más importante de su legado es la obra compositiva. Tiene una obra sinfónica muy importante, deja, en general, un amplio repertorio académico que se caracterizó por tener un toque y un mensaje básicamente ecuatoriano”.
Otro aporte –añade Guevara- además de fundar la cátedra de guitarra en el Conservatorio Nacional de Música, en 1952, fue su método para el instrumento.
Como parte de esta técnica, el aspirante debe mirar en un espejo la ubicación de sus manos sobre la guitarra. Por ello, en una de las esquinas de la habitación en la que Bonilla componía aún está un espejo rectangular, apoyado en el suelo.
Larry, el último de los hijos de Bonilla, dirige la escuela de música que lleva el nombre de su padre. Él enseña esa técnica y coincide con Guevara sobre el toque nacionalista de la música.
“Además de caracterizarse nacionalista tenía una pentafonía. Es decir, la armonía tenía muchas disonancias, que en su época no se usaban. Él se adelantó varias décadas, ya que hoy en todas las canciones modernas de grupos, como Maná, por ejemplo, se incluyen disonancias”.
Entre sus temas de esta amplia herencia constan Cantares del Alma, Beatriz (que dedicó a su esposa, quien falleció hace cuatro años), Subyugante, Sueña mi bien, Atahualpa, Ponchito al Hombro, entre otras.
“Lo importante será que todo ese legado se difunda”, comenta Larry, junto al contrabajo que en vida le dejó su padre.
El 11 de enero pasado, el Concejo Metropolitano y el alcalde Augusto Barrera determinaron “encargar al Fondo de Salvamento (Fonsal) la realización de un exhaustivo trabajo de recopilación de la vida y obra de Carlos Bonilla para que sus productos se difundan en la sociedad”.
El director del Fonsal, Guido Díaz, dice que este trabajo ya se inició. “Un musicólogo se encargará de la recopilación del material. El Fonsal elaborará un libro, con una reseña de su vida y un disco de sus obras”. Se calcula que este trabajo estará listo en unos cuatro meses.
Mientras tanto, los hermanos Bonilla deberán revisar todo lo que su padre tenía en su pequeño cuarto y en el hall de su casa, donde permanecen cuatro repisas llenas de sus obras.
Un homenaje será mañana
La Fundación Filarmónica Casa de la Música, la Fundación Orquesta Sinfónica Juvenil del Ecuador (Fosje), y el Ministerio de Educación celebran mañana un homenaje póstumo al maestro Carlos Bonilla.
Bajo la dirección del maestro Patricio Aizaga, los jóvenes músicos de la Filarmónica interpetarán varias obras del compositor quiteño.
El concierto se desarrollará mañana, a las 20:00, en la Casa de la Música (Valderrama s/n y Mariana de Jesús). El costo de las entradas es de USD 5.
En la primera parte del programa se interpretará Sueño de Amor y Concierto para Guitarra y Orquesta, de Carlos Bonilla.
En esta última obra actuarán como solista, Omar Toral, y Gustavo Lovato, director Invitado .
En la segunda parte se tocarán varias obras de compositores ecuatorianos y otras del maestro Bonilla como el tradicional pasillo Cantares del Alma, El Espantapájaros, Pasional, Ponchito al Hombro, El Maicito, Apamuy Shungo, Pasillo Montubio, Subyugante, Invernal, y el reconocido tema Atahualpa.