Un edema pulmonar agudo fue la causa de la muerte de Diego Fernando Rosero, de 19 años.
En la mañana de este jueves 30 de octubre, en la audiencia de flagrancia en contra de Gustavo. R., médico del centro de medicina bioenergética donde falleció Diego, la fiscal Doris Guarderas contó cómo aparentemente ocurrió la desgracia.
El fallecimiento del joven sucedió la tarde de ayer, 29 de octubre, en el interior de un consultorio de una clínica que, según su págiba web, ofrece tratamientos alternativos a base de la energía, acupuntura, sanación, etc.
Según Guarderas, el muchacho ingresó al centro terapeútico para realizarse un tratamiento contra el lupus en compañía de su padre, Fernando Rosero. Ambos viajaron desde Ibarra para asistir al centro, ubicado en el norte de Quito.
Pero el doctor, contó la fiscal, le dijo al joven que “para iniciar el tratamiento era necesario sacarle las muelas del juicio”.
Los agentes de la Dirección de Delitos contra la Vida (Dinased) revisaron el cuerpo. No encontraros huellas de violencia, pero sí sangrado bucal. Este fue causado por la extracción de dos molares.
Guarderas detalló que durante la intervención, el joven presentó un paro cardiorrespiratorio.
También dijo que el edema pulmonar pueden provocarlo varias causas y que para iniciar una instrucción fiscal contra el médico se necesitaba establecer si el galeno realizó acciones innecesarias o negligentes. Eso no se ha establecido aún.
Por ese motivo no presentó cargos en contra del detenido, quien fue puesto en libertad. El juez del caso ordenó abrir una indagación previa.