El ministro de Hidrocarburos, Carlos Pérez (izq.), estuvo ayer en la apertura de ofertas para la ronda Oil&Gas. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
Los cuatro campos petroleros que son parte de la ronda Oil&Gas, que impulsa la empresa pública Petroamazonas desde marzo pasado, atrajo el interés de cinco empresas.
Durante la apertura de sobres que se realizó ayer (martes 29 de mayo del 2018) en el Hemiciclo de la Escuela Politécnica Nacional, en Quito, se detallaron las propuestas presentadas por firmas de Venezuela (dos), México, Rusia y Ecuador. Estas proponen una inversión de alrededor de USD 750 millones para este sector.
En total, estas compañías presentaron ayer (martes 29 de mayo del 2018) ocho ofertas técnicas y económicas para los campos de crudo Cuyabeno–Sansahuari, Oso, Yuralpa y Blanca-Vinita, que se encuentran en las provincias de Sucumbíos, Napo y Orellana.
En estas áreas, la producción petrolera actual suma 36 638 barriles de crudo por día.
Carlos Pérez, ministro de Hidrocarburos y Electricidad, informó que las ofertas son positivas, porque ingresará inversión adicional para el país.
Las propuestas plantean que el Estado pague a las firmas tarifas para cada barril extraído de entre USD 12,64 y 26,18.
Álex Galárraga, gerente general de Petroamazonas, explicó que estas tarifas coinciden con las ofertas que se recibieron para el proceso anterior de campos menores, que se adjudicó en febrero pasado.
Los montos se fijan en función del costo del crudo West Texas Intermediate (WTI), que sirve como referente para fijar el valor del crudo ecuatoriano. En estos procesos se consideró un precio referencial de alrededor de USD 55 el barril durante la vigencia de los contratos (10 años).
Tomado en cuenta estos factores, la tarifa promedio que pagará Petroamazonas a las compañías que resulten favorecidas será alrededor de USD 14 o 15 por barril, refirió Galárraga. “Esta (tarifa) puede subir o bajar dependiendo de la cotización del WTI”.
Las ofertas presentadas proponen también un incremento en la producción para los campos de crudo Cuyabeno-Sansahuari, Oso, Yuralpa y Blanca-Vinita de 69,11 millones de barriles de petróleo para los próximos 10 años, que es la vigencia que tendrá el contrato, una vez que se evalúen las ofertas y se adjudique el campo.
Tras la apertura de sobres, la comisión encargada de llevar a cabo este proceso evaluará las ofertas en un plazo de un mes. El Gobierno espera que se adjudiquen los contratos a las firmas ganadoras a fines junio.
En el caso de los campos petroleros, está previsto que se suscriban los contratos bajo la modalidad de provisión de servicios específicos con financiamiento de la contratista. Las firmas se encargarán de perforar y completar pozos, reactivar pozos cerrados y construir las facilidades (instalaciones).
Con respecto al campo de gas natural Amistad, que es parte de la ronda Oil&Gas, las ofertas técnicas y económicas están previstas que se abran en las próximas semanas.
Debido a que esta operación se hará fuera de la superficie terrestre, los inversionistas solicitaron una prórroga para terminar de elaborar sus ofertas. Para esta actividad se requiere equipos diferentes a los que se usan en la Amazonía.
El campo de gas natural Amistad se encuentra en el golfo de Guayaquil, a 65 kilómetros de Puerto Bolívar, en El Oro. En esta área se producen 4 957 barriles equivalentes de gas natural. Pero la meta es aumentar la producción para satisfacer la demanda de los próximos meses.
Para octubre de este año, la demanda de este derivado será de 89 millones de pies cúbicos diarios para generar energía y para el sector industrial. Pero, actualmente, el país está en condiciones de entregar solo 34,5 millones, según el reporte de ayer de Petroamazonas.
Para incrementar la producción está previsto emplear una modalidad diferente a la de los campos de crudo. La propuesta es firmar un contrato de servicios con financiamiento.
Es decir, las firmas deberán presentar sus ofertas para aumentar la producción en Amistad, y si es rentable se adjudicará el campo. Para lograr este objetivo se requieren alrededor de USD 100 millones.
El Gobierno espera que el costo de perforación de cada pozo sea menor a USD 15 millones, caso contrario se buscará importar este derivado desde Perú, informó la petrolera estatal.