Los competidores de la carrera de coches de madera no pudieron participar en la final por las malas condiciones climáticas registradas la mañana del 2 de diciembre del 2017, en Quito. Fotos: María Belén Merizalde / EL COMERCIO
La gran final de la tradicional carrera de coches de madera que se tenía previsto se lleve a cabo este sábado, 2 de diciembre del 2017, quedó suspendida por causa de la lluvia.
Los competidores llegaron antes de las 08:00, hasta la calle Río de Janeiro y Nicaragua (sector San Juan), con ganas de iniciar la competencia, pero algunos no pudieron ni desembarcaron sus pequeños coches al enterarse de que la carrera se había suspendido.
Esteban Aguilar, uno de los representantes de esta competencia, explicó que al estar la calzada mojada la Secretaría de Seguridad del Municipio de Quito no otorgó los permisos que se requieren. Además, afirmó que los organizadores consideraron peligroso que los competidores participen en condiciones que podrían generar riesgo.
La calle Río de Janeiro amaneció cerrada para la final de la competencia de coches de madera.
En un comunicado, la Secretaría informó que “ante las condiciones de inseguridad en el trayecto de la carrera de coches de madera y precautelando la integridad de pilotos y asistentes al evento se suspende la final de la competencia…”. La final se realizará el próximo sábado 9 de diciembre.
Antes de confirmar la suspensión del evento, todo estaba listo para recibir a los niños y adultos que buscaban llevarse el trofeo, la medalla y el incentivo económico. Incluso las vallas metálicas ya estaban colocadas en la acera para brindar seguridad a los competidores que tienen entre 6 y 15 años.
Todos los 44 pilotos están repartidos en tres categorías: de 6 a 9 años, 10 y 12 , y 13 y 15. El pasado año se inscribieron 36 participantes y el ganador de una de las categorías fue Jorge Jerez, de Pelileo (Tungurahua).
La carrera de coches de madera “Aguilar Veintimilla” convoca todos los años a cientos de quiteños y turistas que se reúnen para disfrutar de un espectáculo lleno de adrenalina y tradición con 45 años de vida.