Largas filas para votar desde el mediodía

La escuela de la Nueva Aura ,en el sur de Quito. Foto: Alfredo Lagla / EL COMERCIO

La escuela de la Nueva Aura ,en el sur de Quito. Foto: Alfredo Lagla / EL COMERCIO

Filas de votantes en el Colegio San Vicente de Paúl, Conocoto. Foto: Juan Carlos Narváez / EL COMERCIO

A partir del mediodía de este domingo 19 de febrero del 2017 se formaron largas filas de ciudadanos, a la espera de ejercer su derecho al voto, en los recintos electorales. El tiempo de espera hasta llegar a la mesa en algunos casos alcanzó los 25 minutos.

Eddy Benavidez, coordinador de mesa en el Colegio María Auxiliadora, ubicado en la zona de El Dorado, en el centro de la ciudad, contó que desde las 11:00 se empezó a registrar una mayor aglomeración de personas. Esto puede deberse a que las familias aprovechan la hora del almuerzo para acudir a votar.

La escuela de la Nueva Aura ,en el sur de Quito. Foto: Alfredo Lagla / EL COMERCIO

En horas de la mañana, apuntó Benavidez, las filas avanzaron rápidamente. No hubo gran afluencia. Espera que pasado el mediodía la actividad baje nuevamente.

Gisela Dávalos esperó 10 minutos hasta acceder a votar. Para ella, esto no es inusual. Todos los años se registra este movimiento al mediodía, advirtió.

Según Benavidez, una vez que obtienen las papeletas, se contabilizó que las personas demoran aproximadamente un minuto y medio en votar.

La escuela de la Nueva Aura ,en el sur de Quito. Foto: Alfredo Lagla / EL COMERCIO

En en el sur de Quito la situación fue igual. En la escuela Nueva Aurora a las 11:00 también se registró gran cantidad de personas.

A estos recintos llegaron menores de edad y personas con discapacidad a votar.
En el Colegio Tulcán, en Carchi, Susana Imbacuán, de 48 años, se tardó ocho minutos en sufragar. Al terminar el proceso admitió que la demora se produjo porque recién en ese momento estaba decidiendo por qué candidatos votar. En ese recinto, una chica mostró una 'polla' para no equivocarse al sufragar.

En el Colegio Javier Francisco Salazar, en el sur de Quito, algunas personas manifestaron su molestia porque había colas. Ellos no entendían cuál era la razón para que atendieran primero a personas con discapacidad. No sabían que ese grupo tiene atención preferente.

En el colegio Maria Auxilladora las filas de votantes. Foto: Alfredo Lagla / EL COMERCIO

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