Cada sábado, la gente corre detrás de tres toros para atraparlo solo con sus manos. Es un sacrificio para el Señor de Girón. Foto: Xavier Caivinagua /EL COMERCIO.
Girón es un tranquilo cantón de Azuay que despierta cada octubre con el incesante estruendo de cohetes por una gran fiesta y sacrificio en honor a su patrono. A nombre del Señor de Girón, los priostes desarrollan actos religiosos y culturales, durante dos semanas.
El Fiesta Alcalde, los incierros, los guías, los altareros, los saumeriantes, las platilleras y el chirimía son algunos de los 15 personajes que participan de esta fiesta que llegó con los españoles. Hay grupos, como el de las platilleras, integrados por más de 40 personas.
El Fiesta Alcalde y su esposa son los personajes principales. Ellos financian los gastos de la fiesta, para que la gente disfrute en su casa y en la iglesia. Todos están invitados.
Cada semana hay un Fiesta Alcalde que asume el priostazgo el miércoles. El sacerdote de la iglesia le entrega el bastón de mando a él. A su pareja le da la urna que guarda la imagen del Señor de Girón. Édison Loja y su madre, Rosa Arpi, son los priostes de esta semana. Él tiene 32 años y ella, 58. Son de la comunidad de San Vicente, pero viven en Estados Unidos.
Las actividades de los priostes de turno empiezan tres días antes, con el recibimiento de la leche. Esta actividad está a cargo del Cabecilla de la Leche, quien semanas antes invita a todas las personas que tienen ganado a que colaboren.
El pasado lunes, los Loja Arpi recaudaron 35 000 litros y a cambio invitaron a los donantes a la fiesta los siete días. Con ese producto elaboraron el dulce y el queso que se reparte a los presentes en el desayuno.
Para Víctor Cabrera, párroco de Girón, esto es parte del sacrificio que hacen los devotos por amor y fe en el Señor. Desde hace dos décadas, los migrantes se ofrecen como priostes, al igual que Loja, para agradecer a Dios por sus viajes. Él invirtió USD 30 000 en 15 reses, 1 000 gallinas, 2 000 cuyes, pirotecnia, danzantes…
Por debajo del Fiesta Alcalde están los incierros Izquierdo y Derecho, que son priostes menores que mantienen la fiesta en sus casas, pero menos pomposas. Los tres se reúnen para los desfiles culturales, escaramuzas, celebraciones eucarísticas, sacrificio de los toros…
El Fiesta Alcalde tiene sus guías (izquierdo y derecho), que son los encargados del desarrollo de las actividades y están pendientes de que todo salga bien. En los actos culturales y religiosos más importantes, como procesiones, escaramuzas, corrida de toros, etc. se reúnen todos los personajes. Cada uno tiene su papel.
Algunos usan un traje especial. La esposa del Fiesta Alcalde y las platilleras visten el traje típico de la chola: una blusa y una falda de terciopelo adornada en la parte baja. Hay dos altareros que adornan los sitios donde descansa la imagen religiosa en la casa y en la iglesia. “Cuido que el altar siempre esté reluciente”, dijo Raúl Loja, altarero y tío del Fiesta Alcalde.
La Iglesia hace nueve talleres entre enero y septiembre con los priostes. Les enseñan de dónde viene el nombre del Señor de Girón, su relación con ellos, el rol de cada personaje… Según el párroco Cabrera, así mantienen la tradición.