Reds. Santo Domingo y Agromar
Un ganadero de Nobol intentó trasladar sus vacas al cantón Pichincha (Manabí), pero lo detuvieron. En Nobol no hay pastos por el verano.
Otro ganadero de Balzar quiso enviar sus reses vendidas a la península de Santa Elena y tampoco pudo hacerlo.
Además, el ganado bajó de precio. Antes, un torete costaba USD 200 y ahora ofrecen por él 100 y 120.
La presencia del virus
Los casos de fiebre aftosa en Santo Domingo se presentaron en Puerto Limón, Colorados del Búa, Alma Lojana, El Esfuerzo, Alluriquín, Valle Hermoso, Luz de América y Brasilia del Toachi.
La aftosa está en Imbabura, Carchi, Pichincha, Pedro Vicente Maldonado, Santo Domingo, Esmeraldas, Manabí y Cotopaxi.
Tradicionalmente, en la Sierra se vacuna menos reses.
Esos problemas son generados por el aparecimiento de los brotes de la enfermedad de la aftosa en algunas provincias. Por la aplicación de la cuarentena, no hay ferias ni se puede movilizar ganado, excepto a los camales, para impedir la propagación del virus.
Los más afectados son quienes comercializan las reses en la feria de Santo Domingo de los Tsáchilas. La Asociación de Ganaderos (Asogan) calcula que las pérdidas superarán las cifras de 2002, cuando hubo otro problema de aftosa. Según Vinicio Arteaga, presidente del gremio, en ese año se perdieron más de USD 200 millones.
Desde el 1 de junio se suspendió la feria que se realiza en los corrales de la Asogan. Se comercializa un promedio de 4 500 reses por semana.
Según el gerente de la Asogan, Fabricio Ordóñez, en la feria se mueven alrededor de USD 2 millones semanales por la compra y venta de ganado.
Además, en la última feria se vendieron1 500 porcinos y 172 equinos. La Asogan también pierde, porque cobraba USD 1 por cada ejemplar que ingresaba a los corrales del centro.
Por esos problemas, la Federación Nacional de Productores Lecheros, que aglutina a 31 socios, resolvió solicitar al Ejecutivo la eliminación de los organismos burocráticos encargados del control de la aftosa.
Ellos proponen que los centros agrícolas de cada provincia o las asociaciones de ganaderos se encarguen de esta actividad. Los ganaderos sugieren colocar un chip a cada animal vacunado.
Arteaga dijo que se invierten USD 4 millones cada año en vacunas contra la aftosa, pero en 15 años Agrocalidad (antes Sesa) ni la Comisión Nacional de Erradicación de la Fiebre Aftosa (Conefa) han eliminado la enfermedad. Pidió que se elimine a la Conefa porque no cumplió sus objetivos.
El coordinador de Agrocalidad, Emilio Andrade, dijo que solo se presentaron 10 casos positivos y 200 animales infectados con la enfermedad en Santo Domingo y sus zonas aledañas. Pero Arteaga cree que este organismo no transparenta las cifras y por lo tanto no se sabe cuántos focos y animales infectados hay.
En el recinto Alma Lojana, de la preparroquia El Placer del Toachi, Pastora Quevedo aún cura a sus 175 reses afectadas con el virus. “La fiebre les pegó a los toretes, vacas secas, lecheras y sementales de mi finca”.
Quevedo contó que la curación diaria permitió que sus animales tengan alguna mejoría. Al ganado de su vecino, Florentino Cueva, ya le llegó este mal.
El brote de aftosa también paralizó los negocios. Amalia Carrillo comercializa sal para el ganado, pero con el cierre de los martes las ventas bajaron.
En la feria de los martes vendía 500 sacos de sal y los jueves, 200. “Por el cierre solo vendí 10 costales”. El resto de la mercadería aparece en la vereda de enfrente del recinto ferial.
Según Teófilo Carvajal, director de la Conefa, se han registrado 28 brotes de aftosa en el territorio desde inicios del año.
Con la presencia de los últimos casos, los ganaderos de Cotopaxi y otras zonas comenzaron a solicitar las vacunas para inmunizar a las reses contra el virus, dijo Carvajal.
La vacunación de esta primera fase comenzó la semana pasada, con un mes de retraso, pues debió arrancar a mediados de mayo como los otros años.