Fidel Castro lideró la revolución. Gobernó Cuba desde el 1 de enero de 1959 hasta el 24 de febrero del 2008.
La noche del viernes 25 de noviembre del 2016, a las 22:29 horas, falleció Fidel Castro, líder de la Revolución Cubana y expresidente del país centroamericano. El anuncio de la muerte fue hecho por su hermano Raúl, actual presidente de Cuba, en una intervención transmitida por la televisión local.
Fidel Castro fue primer ministro de su país desde el 1 de enero de 1959, cuando se produjo el triunfo de la revolución sobre el gobierno de Fulgencio Batista, y presidente desde 1976. Fue el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas desde 1956 hasta el 24 de febrero del 2008. Y diputado hasta el día de su deceso.
Fidel se despidió públicamente en abril de este 2016, en el acto de clausura del Congreso del Partido Comunista: “Pronto deberé cumplir 90 años, pronto seré ya como todos los demás. A todos nos llegará nuestro turno”. El 13 de agosto cumplió 90 años.
Aquí, un recorrido por 17 hitos en la vida del líder cubano:
Hijo de padres campesinos y analfabetos
Nació en Cuba, en la antigua provincia de Oriente, hoy Holguín, municipio de Mayarí, poblado de Birán, el 13 de agosto de 1926. Sus padres Ángel Castro Argiz y Lina Ruz González, descendientes de españoles migrantes, campesinos analfabetos que aprendieron la lectura y escritura en la adultez; tenían una condición humilde, pero más tarde alcanzaron una sólida posición económica. Fue parte de una familia de siete hermanos directos y 3 hermanos paternos.
Vida sentimental, hijos y familia
Oficialmente poco o muy poco se ha conocido de la vida afectiva del líder cubano. Especulaciones y rumores han marcado esta faceta, que ha sido alimentada con una que otra filtración informativa. En la universidad de la Habana conoce a una joven de clase acomodada, Mirta Díaz-Balart, estudiante de filosofía, con quien se casa siendo aún estudiante y la luna de miel la pasan en New York. De esta relación nace Fidel Félix, su primero y único hijo de su temprano matrimonio que tuvo una corta duración. Su segunda compañera oficial fue Dalia Soto del Valle, con quien procreó 4 varones y una mujer. Hay en total 11 hijos conocidos, 6 de ellos llevan el apellido Castro y 5 no. Además, hay 4 que dicen ser descendientes del fallecido líder revolucionario y no se los conoce públicamente. En definitiva se desconoce a ciencia cierta el número total de vástagos del comandante, como también la cantidad de amores que conquistó y dejó a su paso.
Entre hermanos, hijos, sobrinos, nietos y bisnietos Fidel Castro llegó a tener una familia numerosa, pero no todos compartían las ideas del líder y muy pocos se atrevieron a decirlo públicamente. Tampoco todos se quedaron a vivir en la isla, como el caso de Juanita una de las hermanas que se radicó en Miami, fue agente de la CIA y publicó un libro con los secretos de Fidel y Raúl.
Estudiante destacado
A los 4 años ingresa a la escuela, se destaca y a los 6 le envían a Santiago de Cuba, a cargo de una institutriz que descuida la alimentación del niño Fidel por atender a la familia de ella. A los 8 le matriculan en el Lasaliano de Santiago, a los 12 pasa al Colegio de Dolores, de los jesuitas en la misma ciudad, luego le inscriben en el Colegio de Belén de la Habana, donde se gradúa de bachiller a los 18 años.
Mientras estudiaba en el Colegio de Dolores tiene su primer contacto con los Estados Unidos, a través de una carta que le escribe en un insipiente inglés al presidente Franklin D. Roosevelt, en la que le pide le obsequie un billete de 10 dólares y le ofrece hierro cubano para construir barcos.
En 1945, con 19 años recién cumplidos ingresa a la universidad de la Habana, se matricula en tres carretas: Derecho, Derecho Diplomático y Ciencias Sociales. Busca una beca para estudiar en Europa o Estados Unidos.
En las aulas universitarias toma mayor avidez por la lectura y se encuentra con literatura de Marx, Lenin, Martí y otros autores. Comienza a dirigir algunas instancias estudiantiles cubanas y centroamericanas. Es así como forma parte de la invasión de Cayo Confites que pretende derrotar al dictador dominicano Rafael Trujillo, pero fracasa la expedición y se salva de ser detenido por su destreza para nadar. En 1948, como delegado estudiantil viaja a Colombia, donde tenía previsto reunirse con el candidato presidencial liberal, Jorge Eliécer Gaitán, quien es asesinado horas antes del programado encuentro (éste suceso marca el advenimiento de la violencia política, militar, paramilitar y guerrillera colombiana).
En 1950 se gradúa de abogado. Un año antes durante su viaje de bodas a los Estados Unidos, tuvo un deseo fugas de terminar su carrera en la universidad de Harvard.
Batista, el Moncada y la historia me absolverá
Fidel Castro en la universidad de la Habana se perfiló como político, hizo sus primeras lecturas, relaciones y percepciones de la realidad de su país y la región. En 1951 se quita la vida Eduardo Chibás, amigo y líder del Partido Ortodoxo, ante esta circunstancia indirectamente comienza a incidir en esa agrupación partidista y para 1952 es elegido al Congreso Nacional, que no llega a posesionarse porque el Gral. Fulgencio Batista, encabeza un golpe de estado, depone al presidente Carlos Príos Socarrás y anula las elecciones. Esto irrita al joven Castro y a sus compañeros que le declaran la guerra al dictador, quien desde el inició contó con el reconocimiento y apoyo de los Estados Unidos.
Impugna y rechaza al dictador ante los tribunales de justicia, pero no tuvo respuesta, entonces considera que la única salida era la vía revolucionaria, propiciar un levantamiento armado del pueblo y una huelga nacional. Es así como surge la idea de organizar la toma o asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel Céspedes. Con el ejemplo del héroe cubano anticolonialista y antiimperialista, José Martí y con la consigna “libertad o muerte” 158 hombres y 2 mujeres el 26 de julio de 1953 emprenden la temeraria aventura, vestidos de soldados y calzando botas diferentes a las comunes para reconocerse entre ellos, pero la incursión fracasa, caen muertos 6 jóvenes, unos 80 son detenidos torturados y ejecutados.
Fidel Castro con otros compañeros logra escapar e internarse en la Sierra Maestra (primer contacto con esta mítica montaña que más tarde será el escenario la lucha revolucionaria), pero tras varios días de búsqueda es localizado, apresado y sentenciado a 15 años de prisión. 22 meses permaneció en la cárcel, fue liberado en 1955, gracias a una amnistía general. Salió exiliado a Estados Unidos y finalmente a México, donde continuará su empresa revolucionaria.
Durante el juzgamiento por los sucesos del cuartel Moncada, Fidel Castro, hizo su autodefensa con un célebre discurso que lo llamó “la historia me absolverá”. En este alegato jurídico, histórico, político y social reivindica y justifica sus acciones.
México, el Granma, la Sierra Maestra y el triunfo de la Revolución
En México comienza a recibir donaciones y a organizar la invasión a la isla. Adquiere el yate Granma y con 82 “guerrilleros” el 2 de diciembre de 1956 inicia la expedición. En Cuba otros miembros del grupo preparan el desembarco, pero un imprevisto altera el itinerario que es aprovechado por el ejército que sorprende a los expedicionarios y los pocos que quedan con vida entre ellos Fidel y Raúl Castro, el Che Guevara, Camilo Cienfuegos y Juan Almeida se internan en la Sierra Maestra e inician una guerra de guerrillas. Al comienzo la revolución cuenta con unos 800 combatientes en todo el país, mientras la dictadura de Batista suma 70.000 militares para enfrentar a los rebeldes.
Castro distribuye a sus hombres en varios frentes y a sus responsables los llama comandantes, mientras él ya aparece como “comandante en jefe” de las operaciones guerrilleras. En 1957 en plena selva firma el llamado “Manifiesto de Sierra Maestra” que entre otras cosas estipula que en caso de triunfar la revolución y de llegar al poder inmediatamente celebraría elecciones presidenciales y seccionales y entregaría el mandato a los ganadores, pero esta promesa no la cumplió y se la llevó a su tumba.
Batista refuerza sus operaciones, incluso con la ayuda estadounidense, pero la táctica de Fidel y sus comandantes es sorprendente y consiguen sonadas victorias que ridiculizan y obligan al dictador a huir a los Estados Unidos, junto a su familia y colaboradores, la madrugada del 1 de enero de 1959.
La isla celebra el año nuevo con el triunfo de la revolución, en Santiago de Cuba, el 1 de enero de 1959 con un emotivo discurso de Fidel Castro. 7 días después, el 8 de enero, los mundialmente conocidos “barbudos” hacen una entrada triunfal a la Habana.
Primeras medidas del Gobierno revolucionario
Fidel comienza a mandar en la isla caribeña, mientras a los Estados Unidos, gobernados por los republicanos Dwight Eisenhower, presidente y Richard Nixon, vicepresidente, les llega el temor y pánico por la instalación del comunismo en su “patio trasero”.
En principio se da un gobierno de transición, presidido por Manuel Urrutia, que dura un poco más de 7 meses. Fidel Castro es nombrado Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, 40 días más tarde asume el despacho de Primer Ministro. En estos primeros meses viaja a Venezuela, Argentina y los Estados Unidos.
Durante el tercer mes del gobierno revolucionario se fundan la Imprenta Nacional y el Instituto Cubano de Artes e Industria Cinematográfica. Mientras el 17 de mayo aparece la primera Ley de Reforma Agraria que confisca propiedades superiores a 420 hectáreas, comenzando por las tierras de los padres de Fidel. Esta ley afectó intereses de terratenientes cubanos y estadounidenses.
Meses más tarde se ordena la confiscación de las propiedades urbanas, que no solamente afectan a la burguesía cubana sino a grandes propietarios estadounidenses. El gobierno de los Estados Unidos comienza a reaccionar y suspende las exportaciones a la isla, implementa un boicot comercial y deja de comprar el azúcar cubana, la respuesta de Fidel es inmediata, confisca compañías estadounidenses como las petroleras Texaco, Shell y Esso ( por negarse a refinar petróleo soviéticas), empresas eléctricas, telefónicas y centrales azucareras.
El presidente Kennedy y la invasión de Bahía de Cochinos
La serie de nacionalizaciones y confiscaciones de propiedades y empresas estadounidenses colma a los “yanquis” que el 3 de enero de 1961 rompen relaciones diplomáticas con la isla. Con este conflicto a cuestas el demócrata John F. Kennedy asume la presidencia de Estados Unidos en enero de 1962 y continúa con la política diseñada por su antecesor y la CIA para tomarse Cuba.
Mientras en la isla se iniciaba la campaña de alfabetización para insertar en el mundo de las letras y la lectura a más de un millón de cubanos, el flamante presidente John F. Kennedy, ordena el 15 de abril de 1961 la invasión de Bahía de Cochinos con 8 aviones que bombardean varios aeropuertos civiles y militares. Al día siguiente y durante el sepelio de las víctimas de la incursión aérea estadounidense, Fidel Castro revela que la revolución cubana es socialista.
1500 expedicionarios entre marines estadounidenses, latinos y cubanos reclutados y entrenados por la CIA en Nicaragua, salen desde Guatemala y en la madrugada del 17 de abril desembarcan en Playa Girón y Playa Larga, pero 72 horas después en un acto heróico liderado personalmente por Fidel Castro, las fuerzas invasoras son derrotadas y humilladas. Cerca de 1200 hombres son capturados y luego canjeados por medicinas y alimentos.
Ante el fracaso de la invasión de Bahía de Cochinos, Kennedy dispone la Operación Mangosta: guerra económica, de inteligencia, psicológica, apoyo a grupos armados y a organizaciones políticas contrarrevolucionarias. Como respuesta Fidel Castro radicaliza su discurso y se declara Marxista-Leninista, que como lo dijo en aquel entonces lo acompañó hasta el final de su vida.
Por presiones de los Estados Unidos la Organización de Estados Americanos, OEA, en Punta del Este, Uruguay, en 1962 expulsa a Cuba y se produce un aislamiento continental, a excepción de México, que no rompe relaciones con el gobierno revolucionario.
Antes de eso Cuba en 1960 reanudó sus vínculos con la URSS; y, para completar el disgusto Fidel Castro en Nueva York con ocasión de la XV Asamblea de la ONU se reúne con líderes mundiales que desagradan a los Estados Unidos, como el presidente soviético Nikita Jrushchov. Pero toda acción tenía su reacción, Fidel inmediatamente proclama la Segunda Declaratoria de la Habana y tilda de “ministerio de colonias yanquis” a la OEA.
Haciendo memoria, en esa época Ecuador estaba gobernado por Carlos Julio Arrosemena Monroy, quien fue obligado a romper relaciones diplomáticas con Cuba y los países del bloque socialista europeo y en 1963 fue depuesto por la dictadura militar.
Bloqueo económico
Ante la impotencia militar y diplomática, el boicot de todo tipo, la guerra sicológica y el financiamiento contrarrevolucionario para destruir y librarse de la revolución cubana, los Estados Unidos con Kennedy a la cabeza el 7 de febrero de 1962 disponen el embargo comercial, económico y financiero de la isla. Con esta medida se buscaba estrangular económicamente a la revolución.
Desde entonces todos los gobiernos estadounidenses seguían endureciendo el embargo a Cuba, pero no conseguían el objetivo, mejor se ganan el rechazo del pueblo y la condena mundial, porque lo único que lograron con esa inhumana medida fue angustiar más a la gente, impedir el desarrollo, generar un pérdida de más un billón de dólares y dar una arma política al régimen castrista para su exitosa confrontación con el “imperio”. De nada valieron las innumerables resoluciones de la ONU que condenaba el bloqueo y pedía su levantamiento.
Debieron pasar más de 54 años de la vigencia de esta brutal medida y debió llegar al gobierno de los Estados Unidos el demócrata afroamericano Barak Obama, para que la potencia del norte se dé cuenta que fue inútil el embargo y que se necesita negociar en otros términos las relaciones con la isla.
Crisis de los misiles: Al borde de la Tercera Guerra Mundial
Fueron 14 días, del 15 al 28 de octubre de 1962, dentro del contexto de la llamada guerra fría que el mundo estuvo a las puertas de una tercera guerra mundial. Los protagonistas Estados Unidos y la ex Unión Soviética y en el medio y como escenario la pequeña isla caribeña, Cuba.
Después de la Segunda Guerra Mundial y la repartición del mundo entre las potencias capitalistas y socialistas, se instala la guerra fría, donde los poderes dominantes emprenden una competencia nuclear y espacial con permanentes roses y amenazas, entonces la paz depende de los intereses y estados de ánimo de los líderes de los dos imperios reinantes.
En ese contexto se ubica la denominada crisis de los misiles, que tenía como telón de fondo la recurrente intención de los Estados Unidos de invadir Cuba, y como la isla era aliada de la URSS, esta consideraría como una agresión a suelo soviético. En secreto se instala una base militar rusa en Cuba con misiles provistos de cabezas nucleares que apuntarían a territorio estadounidense, pero un avión espía del Pentágono logra detectar y fotografiar el movimiento y poner en alerta al presidente Kennedy quien dispone un cerco militar a la isla con buques y aviones de guerra, igual actitud asume el líder soviético Nikita Jrushchov que moviliza su flota naval.
Pero en cuestión de horas los líderes cabían de opinión, pues a espaldas de Cuba han negociado el retiro de los misiles rusos y el fin del cerco bélico estadounidense. Este acuerdo molestó a Castro, pero evitó que se desate una confrontación nuclear.
Fidel y el Ché
Se conocen en México en momentos en que Fidel organizaba su invasión revolucionaria a la isla y el Che salía de Guatemala, donde el presidente progresista Jacobo Arbenz, fue depuesto por los militares y la CIA. Hacía falta un médico en la expedición y el argentino fue pieza clave.
A sus 27 años había recorrido gran parte del continente y tenía una idea clara de su realidad política, social y económica, además poseía una sólida formación ideológica que lo ubica e identifica claramente con el marxismo y el comunismo. Inmediatamente Ernesto, Raúl y Fidel estrechan una amistad personal, ideológica y revolucionaria que duró hasta la muerte del galeno rioplatense.
Los cubanos nunca olvidaron el 28 de diciembre de 1958, cuando el Che se toma la ciudad de Santa Clara con 300 revolucionarios a pesar de la custodia de 3000 soldados de la dictadura. Este suceso marcha el inicio del fin de Batista. El 9 de febrero de 1959, el Consejo de Ministros declara al Che Guevara, ciudadano cubano de nacimiento por sus extraordinarios méritos alcanzados en la lucha revolucionaria por la liberación.
Fue nombrado presidente del Banco Nacional, más tarde Ministro de Industrias, dirige un Departamento del Instituto Nacional de Reforma Agraria, INRA, fue el primer trabajador voluntario en Cuba. Se convierte en embajador itinerante de la revolución, en cumplimiento de esa misión recorre varios países de América, Europa, Asia y África. En todo cargo y trabajo se destaca.
Los dos personajes estaban convencidos de la internacionalización de la lucha revolucionaria, pero a Fidel, como lo dice el Che en su carta de despedida le está prohibido ejercer por sus altas funciones.
Es así como el Che comienza a formar guerrilleros para Angola, Argel, El Congo y otros pueblos africanos que buscaban liberarse del colonialismo europeo, por eso en otro párrafo de su carta a Fidel afirma…“ otros pueblos del mundo reclaman el concurso de mis modestos esfuerzos”.
El 14 de marzo de 1965 regresa de su gira de 98 días por 4 continentes, es el último día de su aparición en público. El 22 se despide de sus amigos y colaboradores en las plantaciones de caña y entra en la clandestinidad. Este sorpresivo episodio dio lugar a creer que el Che abandonó Cuba por desacuerdos con Fidel, por un supuesto fracaso como conductor económico de la revolución y por cuestionamientos a la URSS.
Cuando la expedición revolucionaria del Che en Bolivia, fracasa y es encarcelado el 8 de octubre de 1967 y al día siguiente asesinado, se dice de todo. Que Fidel le traicionó, que le abandonó en la selva al Che y a sus compañeros, que fue la mejor manera de deshacerse de Guevara. Hay versiones y versiones, interesadas todas, que lamentablemente no han permitido conocer la verdad, porque cada quien tiene la suya.
Estos dos personajes ya no existen, se fueron de este mundo en circunstancias y épocas distintas. Ellos se llevaron a sus tumbas la verdad de sus relaciones personales y políticas; sus contradicciones, coincidencias y diferencias.
Fidel y la religión
En Cuba al igual que en toda América Latina los conquistadores ibéricos introdujeron el catolicismo. Posteriormente con la llegada de los esclavos africanos se produjo un sincretismo y más tarde un sinnúmero de grupos y sectas se instalaron en la isla. En medio de este panorama triunfa la revolución que en principio y declarativamente reconoce la libertad religiosa, pero en la práctica se da una restricción y persecución a las diferentes creencias, especialmente a la católica.
Fidel Castro, provenía de una familia de creyentes, se educó en colegios católicos jesuitas, pero cuando reconoce que la revolución es socialista y se declara Marxista-Leninista, tomando en cuenta además que para esa corriente filosófica, ideológica y política “la religión es el opio del pueblo”, la situación cambia y el ateísmo se impone, mientras los cubanos prefieren esconder su fe y no bautizar a sus hijos para evitarse problemas.
La desintegración de la Unión Soviética también provocó un sacudón en materia religiosa en Cuba. Disminuyó la persecución, bajó la propagación del ateísmo, se retrocedió en la proclama del marxista-leninista, se permite el funcionamiento de pequeños centros de culto y en 1998 visita Cuba el papa Juan Pablo II, quien condena el embargo estadounidense y critica sutilmente la falta de libertades en la isla y exhorta “Cuba debería abrirse al mundo y el mundo abrirse a Cuba”.
14 años más tarde, el papa Benedicto XVI llega con un mensaje de paz y pide “construir una sociedad renovada y abierta, una sociedad mejor, más digna de la humanidad”. Finalmente el papa argentino Francisco I llegó a la isla en el 2015, para refrendar su silenciosa contribución al restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre la Habana y Washington, la búsqueda del fin del bloqueo económico y la transición política. En la emblemática Plaza de la Revolución Francisco dijo “Cuba es un pueblo que tiene heridas, como todo pueblo, pero que sabe estar con los brazos abiertos, que marcha con esperanza, porque su vocación es de grandeza. Así la sembraron sus próceres”.
Fidel más vidas que un gato
De lo que se conoce el primer gran desafío a la muerte fue cuando tenía 21 años, cruzó nadando desde la Bahía de Nipe hasta Cayo Saetia, para evitar ser aprehendido por las fuerzas represoras dominicanas del dictador Rafael Trujillo.
1953, durante el intento fracasado de la toma del cuartel Moncada salvó su vida y se internó en la Sierra Maestra. Más tarde en 1956 en el fallido desembarco también coquetea con la muerte y nuevamente su salvación es la montaña, aunque Batista publica su muerte, que es desmentida gracias a una entrevista publicada por el New York Times. A los pocos meses del gobierno de los “barbudos” Estados Unidos ya tiene recelos, reservas y comienza a diseñar medidas encubiertas con el Departamento de Estado y la CIA, incluso no se descarta la eliminación física del líder revolucionario.
De ahí en adelante los intentos de asesinato a Fidel Castro hasta el 2006 según Récords Guinness superan los 638 y las formas escogidas son variadas: envenenar los habanos, la comida, las bebidas, bombas en aviones, autos y una infinidad de formas.
En la mayoría de los intentos para “librarse” del Comandante está involucrada la CIA, según autoridades y funcionarios cubanos. Pero no solamente querían matarlo sino que lo daban por muerto, es así como en más de 300 ocasiones Fidel apareció muerto en los medios de comunicación y más tarde en la redes sociales, todos eran rumores o deseos publicados, que eran desmentidos por el propio comandante y replegadas en la televisión, periódicos y radios del mundo.
Todos los intentos resultaron vanos, porque Fidel tenía más vidas que un gato.
Conquistas de la Revolución Cubana con Fidel Castro
A pesar del bloqueo económico por parte de los Estados Unidos, las invasiones, las contraofensivas, atentados, boicot, huracanes y otras contingencias naturales, políticas y económicas en más de medio siglo Cuba ha exhibido muchos logros:
Hay logros objetivos indiscutibles y hay otros subjetivos y abstractos. Entre los primeros están la educación, la ciencia, las artes, la cultura, la medicina, la sanidad y el deporte:
Desde 1961 Cuba es “territorio libre de analfabetismo”. La educación en todos sus niveles es obligatoria y gratuita. Tiene el mayor número de maestros percápita del mundo. Por el mismo año se crea el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación, con el postulado “Todos tienen derecho a la Educación Física, al deporte y la recreación.” A partir de este hecho Cuba deja de ser “El prostíbulo de los Estados Unidos” para convertirse en una potencia deportiva, ocupando puestos destacados en los medalleros olímpicos, mundiales, iberoamericanos, panamericanos, centroamericanos y del Caribe.
La medicina, la farmacología, las investigaciones médicas y la búsqueda de nuevas vacunas y antídotos médicos para contrarrestar enfermedades y epidemias fueron descubiertas por médicos y científicos salubristas de la isla. Se ha logrado erradicar varias enfermedades endémicas. Tiene la tasa de mortalidad infantil más baja de América. Se implementó la medicina preventiva y familiar.
Hay un médico por cada 158 habitantes. En su famosa Escuela Latinoamericana de Ciencias Médicas se han formado más de 10.000 profesionales de la medicina de 56 países de los 5 continentes. En otras áreas del conocimiento estudian en la isla más de 11.000 becarios. El cine, la literatura, la plástica, las artes escénicas y otras disciplinas culturales y humanas recibieron un gran impulso hasta convertirse en referentes regionales y continentales.
Los segundos están dentro del plano político, ideológico y de la dignidad y soberanía nacional de los cubanos. En 1959 se logró desterrar a la dictadura de Fulgencio Batista, militar que contaba con la tutela de los Estados Unidos (para luego instalarse la dictadura comunistas de los hermanos Castro, dijeron siempre los opositores internos y externos). Otro logro en este campo se dice que ha sido la comprobación que se puede vivir sin el arbitraje de la potencia del norte. A partir de la revolución Cubana los pueblos y pendularmente algunos gobiernos latinoamericanos presionaron a las sucesivas administraciones estadounidenses y a organismo internacionales y multilaterales para la concreción de algunos derechos y conquistas.
Fidel, América Latina y el mundo
La Revolución cubana y la hazaña de sus líderes revolucionarios, con Fidel a la cabeza, causaron admiración en los pueblos del mundo, especialmente en los de América Latina, al mismo tiempo provocó recelos y temores en el gobierno de los Estados Unidos y en sus aliados de la región.
La ruptura unilateral de las relaciones con Cuba, las invasiones fracasadas, el bloqueo económico, la expulsión de la OEA y las órdenes expresas o tácitas a los gobiernos para marginar a Cuba, surtieron efectos entre los gobiernos, pero sectores políticos, sociales, académicos, intelectuales y poblacionales comenzaron a soñar en la revolución para sus países. Es así como surgen movimientos de liberación nacional por todo el continente que son sofocados a sangre y fuego por las dictaduras militares que se instalaron en varios países.
Los Estados Unidos con Kennedy como presidente busca inmediatamente contrarrestar la influencia de la revolución cubana en las Américas, mediante la creación de la llamada Alianza para el Progreso, en 1961, con el objetivo general de “Mejorar la vida de todos los habitantes del continente”. Esta iniciativa se extendió hasta 1970 y tuvo un paralelismo al denominado Plan Marshall, que los Estados Unidos, inventaron luego de la Segunda Guerra Mundial, para detener el avance del comunismo.
Cuba comenzó a exportar su revolución y sus logros en educación, cultura, medicina, ciencias y deportes, lo que le hizo atractiva y convocante. El internacionalismo cubano se instaló en varios partes, especialmente en Asia y África, donde participó directamente el propio Che Guevara. Es innegable que la isla tuvo un importante e histórico peso político, especialmente en América Latina.
Durante su vida acumuló grandes simpatías y amistades entre políticos, intelectuales, artistas, obreros, deportistas, académicos, estudiantes, hombres y mujeres en todo el mundo, especialmente en América. Pero muchos de esos primeros y antiguos amigos y simpatizantes se alejaron por desacuerdos con la marcha de la revolución.
Entre los amigos y confidentes más cercanos estuvo el escritor y premio nobel de literatura, Gabriel García Márquez, fallecido en abril de 2014. Esta inmejorable amistad se cruzó en el trágico Bogotazo de 1948 y tomó forma en los primeros meses de la revolución, con la creación de Prensa Latina, a la cual se vinculó el entonces periodista, quien partió con el resentimiento de no saber el por qué destruyeron todas sus crónicas escritas durante su estancia en la agencia cubana de noticias.
Cuba: De la URSS a Veneuela
El inicio de las relaciones entre Cuba y la Unión Soviética datan de 1943, en plena Segunda Guerra Mundial, en el primer gobierno de Fulgencio Batista, pero durante el segundo período de este mismo personaje se rompen los vínculos diplomáticos entre estos dos países, para restablecerlos nuevamente con el advenimiento de la revolución, pero con otra tónica y en medio de la Guerra Fría. De ahí en adelante la historia es conocida, la URSS fue el socio comercial, energético, económico, político, militar y la que le salvó de los aprietos y apuros a Cuba. Le compraba toda la producción azucarera y tabacalera a la isla y le proveía del combustible y otros insumos que el bloqueo estadounidense le privaba. La dependencia es grande y fundamental.
Pero la URSS qué ganaba con esta estrecha relación?, el negocio era ideológico, político y militar. Tener un enclave soviético en pleno corazón de América, a 900 millas de las costas de la potencia de occidental, era geoestratégico. En ese marco se inscribe la crisis de los misiles de octubre de 1962.
Solo con estos antecedentes se puede comprender el impacto devastador que sufrió Cuba con la caída del Muro de Berlín, el fin de los países socialistas y el colapso de la URSS. Desde entonces se pone en vigencia el llamado ‘Periodo especial’ que representa una transformación de la vida de los cubanos, que sufren restricciones en el transporte por la falta de combustibles, salud, industria y otros servicios básicos. El gobierno se ve presionado a asumir reformas que de a poco va abriendo la economía, el comercio y el turismo. El Período Especial duró prácticamente una década, tiempo en el cual Estados Unidos presionaba para lograr la claudicación del gobierno y del pueblo, pero este es un momento donde los cubanos mostraron su lado más estoico para soportar la crisis y salir de la misma y luego tener un importante crecimiento.
A continuación viene otro momento para Cuba, la llega al poder en Venezuela del Crnel. Hugo Chávez Frías. Médicos, enfermeras, entrenadores, asesores militares, académicos, medicamentos y la amistad y los concejos de Fidel a cambio de petróleo, ayuda financiera e inversiones, que fueron los baluartes de la estrecha relación entre Cuba y Venezuela.
Hugo Chávez, en sus 14 años de gobierno demostró una admiración y respeto por Cuba y el comandante Fidel Castro, lealtad que lo llevó hasta la tumba, pues solamente confió su salud a los médicos cubanos. Fidel al conocer de la muerte del comandante Chávez dijo “hemos perdido al mejor amigo del pueblo cubano”. Luego Nicolás Maduro fortaleció y profundizó las relaciones con el régimen de la isla.
Fidel Castro envejece y la Revolución también
Al iniciarse el siglo XXI la Revolución Cubana tiene más de 4 décadas, Fidel Castro se aproxima a los 75 años de vida, de los cuales más de la mitad los ha pasado al frente del gobierno comunista; más de 2 millones de cubanos viven fuera de su patria, especialmente en Estados Unidos, donde tienen una importante presencia económica y política y capacidad de presión. Según los entendidos Cuba después de la crisis de la última década del siglo pasado no pudo recuperarse y prácticamente la revolución social se detuvo y hasta retrocedió.
Fidel se libró de centenares de atentados en contra de su vida, pero el paso de los años y el deterioro que eso significa fueron los únicos que lo vencieron.
13 días antes de cumplir 80 años, el 31 de julio de 2006, afectado por una dolencia intestinal encarga el poder temporalmente a su hermano dos años menor Raúl, y 18 meses más tarde, febrero de 2008, mediante una carta publicada en el periódico oficial Granma anuncia que no aspira a ser reelecto Presidente del Consejo de Estado y Comandante en Jefe, entonces la Asamblea Nacional del Poder Popular nombra como presidente de la República de Cuba a Raúl Castro Ruz.
De esta manera concluía el mandato explícito de Fidel, pero no su poder ni liderazgo que estuvieron vigentes hasta su desaparición física. Estos cambios en el mando cubano aparecen en momentos en que el político demócrata Barak Obama, opta por la Casa Blanca e inicia su primer período. Castro vio pasar a 11 mandatarios estadounidenses, 6 de los cuales dejaron este mundo antes que el comandante de la Sierra Maestra.
A partir de su enfermedad y su retiro, el mundo fue bombardeado con noticias y rumores de su muerte deseada por sus enemigos, opositores y disidentes. Pero mientras esta llegaba el anciano revolucionario se dedicó a reflexionar y reunirse con muchos amigos y líderes mundiales, que reconocieron hasta el final de sus días el significado y rol que jugó en la historia política de América y el planeta desde la segunda mitad del siglo XX hasta los primeros años del XXI.
Cuba, su patria y la de su referente José Martí, queda en manos de Raúl, conforme lo propuso, el 21 de febrero de 1959, apenas 40 días después del triunfo de la revolución y lo concretó 47 años más tarde en el 2006, cuando le encarga el poder.
La isla está en un franco período de transición en todos los órdenes: político, económico, social e internacional. El pueblo de cerca y de lejos ve con expectativa el curso de los acontecimientos y las nuevas generaciones se aprestan a dirigir los destinos de esa pequeña y heróica isla caribeña que en su tiempo la llamaron “territorio libre de América”.
Después de la desaparición física de Fidel Castro Ruz, se dirán y escribirán nuevas historias de su vida, de su obra, de sus aciertos y desaciertos al frente de la Cuba revolucionaria que despertó admiración y recelos en el continente y fuera de él. A su muerte muchos emularán su ejemplo y al igual que al Che Guevara le dirán “hasta siempre comandante Fidel” mientras otros expresarán hasta nunca.
Derechos humanos, libertad de prensa y partido único
En 1957, durante la firma del “Manifiesto de Sierra Maestra”, en plena selva, Fidel se comprometió a convocar a elecciones y entregar el poder a los triunfadores, pero no cumplió, mejor eliminó los partidos políticos e instauró la vigencia del Partido Único, el Comunista, que desde la instalación de la revolución ha gobernado hasta la fecha, sin que haya habido ningún contrapeso, porque las recurrentes elecciones siempre fueron entre militantes de esa tendencia y el ganador nato Fidel Castro. De esta manera quedaron instituidos en lo político el partido y el pensamiento únicos.
Esta realidad afectó a todos los ámbitos de la vida cubana y se vive hasta hoy, pues todo lo que se hace y se dice está controlado por el estado y quienes de una u otra forma han intentado enfrentarla son “disidentes y traidores a la patria” y se merecen un ajusticiamiento. Muchos compañeros de Fidel, intelectuales, escritores y ciudadanos comunes fueron a dar a la cárcel y engrosaron la numerosa lista de presos políticos. También se habla que durante los primeros años de la revolución hubo mucha persecución, torturas y fusilamientos.
Todo esto, sumado a los dramas humanos que presentaban las avalanchas de cubanos por salir de la isla y alcanzar el “sueño americano” en Miami, deterioraron los derechos humanos y pusieron a Cuba, permanentemente, en la lista de codena por la violación de los derechos fundamentales de las personas.