Redacción Guayaquil
En los dos últimos años, las fiestas de Guayaquil tuvieron como telón de fondo los duelos verbales entre el presidente Rafael Correa y el alcalde Jaime Nebot. Esta ocasión la confrontación bajó de tono.
Si bien el Alcalde atiende una extensa agenda de inauguraciones, supervisión de obras y firmas de nuevos contratos, no ocurre igual con el Mandatario. El programa oficial del Gobierno, publicado en la web de la Presidencia de la República, no registra ninguna inauguración de obra monumental en la ciudad.
Aunque el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda inauguró ayer 37 viviendas en Los Vergeles, en el norte, y una casa comunal en Fertisa, en el Guasmo sur.
Según el analista político Alfonso Oramas, daría la impresión de que se ha atenuado esa radicalización de posiciones, que el 25 de julio de 2008 eran más fuertes.
“No creo que esto signifique que hay indicios de acercamiento entre el Presidente y el Alcalde. Más bien puede ser que las dos partes han llegado a un punto que, por estrategia o supervivencia -como se lo quiera llamar-, prefieren mantenerse sin una postura tan radical como se la venía manejando al menos el año pasado”.
Cumplido el proceso de elecciones, la confrontación Municipio-Gobierno se juega por el momento en otras canchas. En el ‘Congresillo’ ayer se aprobó en segundo debate la Ley de Empresas Públicas. Nebot, varios alcaldes y prefectos cuestionan dicho proyecto. En especial, el artículo 42, que señala que el excedente de los recursos que generen los organismos deberá ser depositado en la cuenta del Estado.
“El excedente es el fruto de saber ahorrar, invertir, trabajar. El momento en que se llevan el dinero de los gobiernos locales al gobierno central, se rompe el concepto de autonomía, que no solo es política ni administrativa sino también financiera”, dijo en su momento el Alcalde.
También está el Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y Descentralización, cuyo informe para primer debate se analiza. Además de que se derogarían varias leyes, según Nebot pone en peligro las competencias ganadas por los gobiernos locales. Para el Municipio están en riesgo el manejo del aeropuerto, Registro Civil, puertos, Metrovía, Cuerpo de Bomberos, terminal terrestre, alcantarillado…
Otro punto de distancia es el tema de los comerciantes informales. Las últimas dos semanas enfrentamientos entre policías metropolitanos y un grupo de vendedores y la huelga de hambre de una parte de ellos generan tensión con el Cabildo.
Correa dijo ayer que “hay una fijación, y gran manipulación a la conciencia guayaquileña… son mentiras de una oligarquía que con base en la desinformación quiere seguir manteniendo el dominio en mi ciudad”. Eso en respuesta a la pregunta de un locutor radial de si era cierto que el Gobierno influencia políticamente para que existan los reclamos de los comerciantes informales.
Explicó que cree en el derecho al trabajo, pero también en el derecho al ornato de la ciudad. “Lo que se tiene que conciliar es el derecho al trabajo de un grupo frente al bien común de toda una colectividad, por el derecho al trabajo no se pueden poner a cocinar en 9 de Octubre y Malecón”. Hay que dar alternativas, en buena hora que ya se presentan, dijo, en lugar de dar puro garrote.
¿Usted tiene algo en contra del Municipio? “Mientras Nebot se comporte como alcalde tendrá todo nuestro apoyo, cuando quiera comportarse como emperadorcito encontrará un Presidente bien parado”. Recordó que ganó en las elecciones presidenciales en Guayaquil, por lo tanto no tiene nada en contra de la ciudad.
Pero el Concejo Cantonal de Guayaquil rechazó el jueves una decisión del Gobierno, que considera que afecta a la población. El retiro del apoyo económico al Plan de Aseguramiento Popular del Cabildo, que solo funcionará hasta el 31 de enero de 2010. Oramas dijo que sigue habiendo embates, directos o indirectos, entre ambos políticos.
“Es interesante advertir la posición de Nebot que no ha querido opinar en temas tan sensibles como lo del hermano del Presidente o el reciente caso del video del ‘Mono Jojoy’. Esto refleja una actitud de inmiscuirse exclusivamente en temas que conciernen a la ciudad”, añadió el analista.