La feria no cuenra con los permisos de funcionamiento. Foto: Vicente Costales /EL COMERCIO
Los maquinistas desmontaban una pequeña rueda moscovita, mientras otros obreros, en medio de la lluvia, cargaban los futbolines y camas saltarinas a una camioneta. El trabajo les tomará toda la noche de este lunes 4 de abril del 2016. César Márquez es socio de una de las ferias de juegos mecánicos que funcionaban en Llano Grande.
El viernes pasado, en unos juegos de diversiones, resultaron heridas tres personas luego de ser expulsadas del Tagadá. Las víctimas todavía se recuperan, pero un hombre presenta heridas más graves y sigue internado en el Hospital Eugenio Espejo.
Aunque el incidente no ocurrió en la feria que maneja Márquez, él recibió este lunes la notificación de que su negocio no podía trabajar más en Llano Grande. La razón es que no cuenta con permisos de funcionamiento. Así que esta misma tarde decidió marcharse afuera de Quito.
En el barrio Comuna de Llano Grande hay todavía indignación por el suceso. Patricia Guamán, quien tiene un negocio de comidas frente a la feria donde ocurrió el incidente, asegura que sus vecinos decidieron no subirse a esos juegos y que pidieron a los Bomberos una inspección para saber si estas ferias cuentan con las seguridades respectivas.
El viernes, ella trabajaba en la cocina cuando escuchó los gritos de la gente que pedía ayuda. Frente a la puerta de su negocio, en la calle, yacía mal herida una joven que había sido expulsada del juego mecánico y que se había estrellado contra el asfalto.
En el ámbito legal
Por ahora, la familia de uno de las víctimas indicó que no tomarán ninguna decisión sobre el caso. Todavía no han determinado si siguen o no un proceso penal o llegan a algún acuerdo reparatorio con los administradores de la feria. Pero hasta esta tarde, los propietarios no se han hecho presente.