34 carpas fueron instaladas afuera del Gobierno Provincial de Pichincha. Ahí los emprendedores de Esmeraldas ofrecieron platos típicos de la Costa. Foto: Paola Gavilanes / EL COMERCIO
Con la sonrisa de oreja a oreja recibieron el Año Nuevo representantes de 22 asociaciones de Tonsupa y Atacames, provincia de Esmeraldas. Estaban felices porque a pesar del cansancio físico y mental cumplieron con el último objetivo del 2016: ser felices a pesar de la seguidilla de temblores que atormenta a los pobladores de la costa ecuatoriana tras el terremoto del pasado 16 de abril.
El objetivo que se fijaron consistió en sumar recursos económicos para sobreponerse del ‘ataque’ de la naturaleza, pues muchos de estos pequeños comerciantes perdieron sus viviendas, artefactos, vestimenta. Lo hicieron a través de la venta de platillos típicos: bolones, encocado, encebollado, camarones al ajillo, pescado frito, batidos de coco…
Se instalaron, bajo carpas blancas, en los exteriores del Gobierno Provincial de Pichincha, centro-norte de Quito. “Estamos agradecidos con el turista quiteño y con las personas que nos permitieron trabajar en este espacio”, dijo este domingo 1 de enero del 2017, Enrique Tufiño de 42 años.
Este comerciante contó que llegaron el pasado lunes y que desde ese día han tenido mucho trabajo. Tienen previsto retornar a Esmeraldas mañana lunes, a las 16:00. A esa hora esperan desarmar las carpas y terminar con la venta.
Estos comerciantes llegaron a Quito tras el último temblor -19 de diciembre- que sacudió a Esmeraldas, previo a las fiestas de La Navidad y Fin de Año. La gente tiene miedo y nosotros no podíamos quedarnos de brazos cruzados, agregó Tufiño.
Es por eso que armaron maletas, empacaron ollas, platos, cubiertos y tomaron a sus familiares más cercanos para continuar con los negocios en Quito. Antes de arribar a la capital decidieron modificar los precios con la finalidad de atraer a más personas. “Y la estrategia funcionó”, contó Germán Merizalde, un comensal que acudió con su esposa en busca de un cebiche mixto de concha y camarón.
Merizalde agregó que se enteró de la feria gastronómica tras mantener una conversación con sus padres. Le dijeron que los precios estaban cómodos y por eso acudió en compañía de su esposa.
Después de recorrer las 34 carpas se aproximaron al puesto de trabajo de Aura Bustos. Ella ofrece gran parte de los platillos típicos de esa provincia. “Tenemos de todo. Los platos son elaborados con productos frescos”, indicó.
Esta emprendedora añadió que además de recaudar dinero para enfrentar el nuevo año también llegaron a Quito para promover su cultura. “Queremos decirles que los esperamos en Esmeraldas. Las playas están hermosas. No todos los hoteles están dañados”.