El 'feminismo islámico' de una mujer al frente de una mezquita

Saliha Marie Fetteh es una imán nacida en Dinamarca y madre de cuatro hijos. Foto: AFP

Saliha Marie Fetteh es una imán nacida en Dinamarca y madre de cuatro hijos. Foto: AFP

Saliha Marie Fetteh es una imán nacida en Dinamarca y madre de cuatro hijos. Foto: AFP

La imán Sherin Khankan aboga por la monogamia, los matrimonios mixtos y el divorcio en la primera mezquita escandinava dirigida por mujeres bajo su batuta, en defensa de “un feminismo islámico” que quebrante los cánones conservadores.

“Hablar de los derechos de las mujeres no es exclusivo de Occidente, es un ideal islámico”, asegura Sherin Khankan en una entrevista con la AFP en la mezquita Mariam, instalada en un apartamento en pleno corazón de un barrio comercial de Copenhague.

La mezquita abrió sus puertas en marzo y ofició su oración inaugural un viernes de agosto. Saliha Marie Fetteh, una imán nacida en Dinamarca y madre de cuatro hijos, pronunció el sermón delante de unas sesenta mujeres, incluidas algunas representantes de las comunidades cristiana y judía de la capital danesa.

“Fue maravilloso, emocionante”, recuerda Ozlem Cekic, una exdiputada de origen turco. “Creo que el hecho de desafiar la dominación masculina reforzará el islam y las mujeres”, agrega.

El alquiler de la mezquita lo paga un “donante anónimo”, afirma Sherin Khankan, de 42 años, que no quiere entrar en detalles.

Esta islamóloga formada en parte en Damasco es hija de una enfermera finlandesa cristiana y de un refugiado sirio musulmán al que describe como “militante feminista”.

Su madre cumplía con el ayuno del mes de ramadán y su padre acudía a la iglesia con motivo de las principales fiestas religiosas. El diálogo interconfesional es un pilar en su vida.

Ella espera que la mezquita Mariam abra el camino “a una nueva generación de jóvenes musulmanes desorientados que no se sienten a gusto en las comunidades que frecuentan las mezquitas tradicionales”.

Alrededor de 284 000 musulmanes viven en el reino escandinavo, según Brian Arly Jacobsen, sociólogo de las religiones en la universidad de Copenhague, ciudad donde un joven danés de origen palestino causó dos muertos y cinco heridos en un ataque contra la gran sinagoga hace más de un año.

'Desafiar el monopolio de los hombres' 

Los musulmanes conservadores se cuidan de no atacar frontalmente a Sherin Khankan para no atizar la islamofobia en un país bajo la influencia del Partido Popular danés, con un programa político antiinmigración. Pero están resentidos.

Los representantes de las grandes mezquitas de la capital no han respondido a las preguntas de la AFP.

Tras la apertura de Mariam, el imán de una gran mezquita danesa, Waseem Hussein, ha criticado que los hombres puedan acceder al recinto pero no a la oración, una decisión tomada inicialmente para no ofender a los conservadores, reticentes a las oraciones mixtas dirigidas por una mujer.

“Cuando uno cambia las estructuras de las instituciones religiosas, se arremete contra el equilibrio de las fuerzas. Se desafía el monopolio de los hombres” sobre el islam, analiza Sherin Khankan. “Es normal toparse con resistencia, lo sabemos. Pero creo que la oposición con la que nos hemos encontrado es bastante moderada”.

Ella afirma esforzarse para “no quemar puentes” entre las distintas corrientes del islam porque eso “generaría el caos”.

“Según el corán, hombres y mujeres son socios espirituales con igualdad”, aduce esta mujer vestida con falda blanca y manga larga. No lleva velo, sólo se lo pone para el Adhan, la llamada a la oración.

“Releemos el corán a la luz de nuestra época y de la sociedad”, dice. La mezquita Mariam sigue las enseñanzas del sufismo, una forma mística del islam; atrae sobre todo a los musulmanes sunitas.

“Todo el mundo es bienvenido”, afirma no obstante Sherin Khankan.

La mezquita oficia bodas en virtud de un contrato que garantiza a la esposa la posibilidad de pedir el divorcio y los mismos derechos parentales, además de prever una anulación en caso de maltrato psicológico o físico. Y la alianza queda sin efecto en el supuesto de poligamia.

Ya se celebraron cinco bodas, dos de ellas entre personas de religiones diferentes.

Suplementos digitales