Juan Manuel Santos (izq.) saluda con el exsecretario de la ONU, Kofi Annan, en la iglesia de San Pedro Claver. Foto: AFP
No fue sino horas antes de la histórica firma de paz, ocurrida la tarde de ayer en la turística Cartagena de Indias, que la Unión Europea anunció la noticia: suspender a la guerrilla de las FARC de su lista de grupos terroristas.
La alta representante comunitaria para Política Exterior y de Seguridad, Federica Mogherini, explicó que la decisión fue adoptada ayer por el Consejo de la UE. “Colombia ha tenido hoy el valor de pasar página después de 50 años de largo conflicto, dando muestras a todo el mundo de que la paz es posible y que puede lograrse con liderazgo y determinación. Colombia manda hoy un mensaje de esperanza al resto del planeta”, expresó.
Sus declaraciones llegaron en momentos en que la comunidad internacional se daba cita en la ciudad del Caribe colombiano, para arropar al país en la firma del acuerdo de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias. En ese sentido, el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, indicó que su país revisará la salida de las FARC de su lista de grupos terroristas, en la medida en que cambien los “hechos” tras la firma del pacto.
Bajo la mirada de 47,6 millones de colombianos, el histórico tratado fue sellado ayer por el presidente Juan Manuel Santos y el máximo líder de las FARC, Rodrigo Londoño, alias ‘Timochenko’.
A la ceremonia asistieron 2 500 personas vestidas de blanco, entre ellas 250 víctimas de la guerra, 15 jefes de Estado: el cubano Raúl Castro, el jefe de la Diplomacia estadounidense, John Kerry; el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon; el presidente ecuatoriano, Rafael Correa.
Los retos del posconflicto
Tras 52 años de una fuerte confrontación entre el Estado y las FARC, Colombia empieza a transitar ahora por una fase de posconflicto.
El proceso de paz que protagonizaron el Gobierno y las FARC, desde el 2012, tuvo un notable respaldo internacional por las implicaciones que tiene acabar un conflicto tan largo. Según cifras de un Grupo de Memoria Histórica, la guerra dejó más de 220 000 muertos, entre 1958 y el 2012.
El inicio del período investigado es anterior al surgimiento de los grupos guerrilleros, en 1964, pues pretendía incluir una época de extrema violencia que fue el origen del conflicto actual. El estudio concluyó que el 80% de las víctimas era civil y el 20% miembro de los grupos que ejercieron la violencia: guerrilleros, paramilitares, narcotraficantes, bandas de delincuencia común y la fuerza pública. ‘¡Basta Ya! Colombia: memorias de guerra y dignidad’, título de aquel estudio entregado al Gobierno, dijo que en ese lapso también fueron secuestradas 27 023 personas, mientras que 10 189 fueron víctimas de minas antipersonales y 4,7 millones se vieron forzadas a desplazarse para huir de la violencia.
Santos ha afirmado que dos de las características del proceso de paz que más lo complacen es que el acuerdo pone a las víctimas en el centro del escenario para recibir reparaciones y el respaldo de la comunidad internacional para financiar el posconflicto.
De acuerdo con el senador Roy Barreras, que formó parte del equipo negociador del Gobierno, estudios del Congreso indican que para el posconflicto se necesitan 90 billones de pesos (USD 31 600 millones) para invertir en los próximos 10 años. Esos recursos se deben invertir en desarrollo agropecuario, jurisdicción agraria, formalización y registro de propiedad rural y eficiencia tributaria, etc.
Pero esas cifras palidecen frente a un estudio presentado por la senadora Claudia López, quien considera que en los próximos 15 años se requieren 300 billones de pesos (USD 105 300 millones).
“La inversión más grande es en equidad, carreteras rurales, en agua, vivienda, salud, electrificación rural y educación. Eso cuesta 79 billones (USD 27 600 millones) en los próximos 10 años”, señaló.
En febrero, el Gobierno y la ONU pusieron en marcha el Fondo Multidonante, creado para recoger recursos para el posconflicto. Dicho fondo arrancó con USD 31 millones aportados por el Gobierno de Suecia y el Fondo Global de Construcción de Paz de ONU.
La Unión Europea anunció después que aportará casi 600 millones de euros. El director de la Agencia Presidencial de Cooperación Internacional, Alejandro Gamboa, dice que el objetivo es conseguir en los próximos cuatro años USD 3 300 millones en cooperación de diversos países y organismos para el posconflicto.
Los defensores de la paz indican que si bien las inversiones son altas, es indispensable hacerlas para la modernización del país e impulsar al sector rural, el más afectado por el conflicto. Pero también se debe considerar el gasto militar. Según el Instituto Internacional de Estudios para la Paz, con sede en Estocolmo, el gasto militar de Colombia en el 2013 fue de USD 8 400 millones, frente a USD 3 800 millones en el 2004.
Pero aunque posconflicto es ahora la palabra de moda en Colombia, lo cierto es que la confrontación armada no termina del todo, porque subsisten grupos que permanecen en la clandestinidad y que incluso pueden cometer ataques para deteriorar la confianza ganada entre el Gobierno y las FARC.
ENTREVISTA
Yofre Poma, Gobernador Sucumbíos: ‘La paz debe llegar a la frontera’
Yofre Poma, Gobernador Sucumbíos. Foto: EL COMERCIO
Redacción Seguridad (I)
Colombia y las FARC acaban de firmar la paz. Este acuerdo llega tras 52 años de conflicto. Sucumbíos históricamente ha colindado con el frente 48 de la guerrilla.
Ahora, ¿Qué esperan ustedes con esta paz?
Quisiéramos que Colombia reflexione con respecto a este tema y que aterricen las intenciones de las dos partes. Pues esto podría dar un gran mensaje de tranquilidad al cordón fronterizo y más a quienes hemos sido vecinos de este conflicto. Lo que queremos es que no pase mucho tiempo para que esa paz, que se firmó ayer, llegue a la frontera.
¿Qué problemas ha tenido Sucumbíos por estar cerca de las FARC?
Para Ecuador y Sucumbíos, el conflicto interno de Colombia ha significado que miles de personas lleguen en calidad de refugiados. Acá hay mucha gente desplazada que dejó sus casas y familias. Es una situación muy complicada, ya que toca activar las situaciones de emergencias para poder atender a las familias. También ha significado más recursos económicos, pues hemos tenido que ampliar los servicios de salud y educación.
¿Ustedes temen que los guerrilleros que no acepten la paz vengan a Ecuador a formar bandas delictivas?
Desde el principio estábamos conscientes de esto. No desconocemos que algunas personas no dejarán las armas. Por eso, hemos ordenado a cada municipio para que trabaje en planes de seguridad. También hemos hablado con el Gobierno Nacional y las FF.AA. Ya se ha desarticulado a personas con estas intenciones.