Pedro C. tiene 85 años y Segunda C. 80. Ambos venden azúcar, arroz, aceites y sardinas en pequeñas proporciones. El negocio está en su casa, en la parte alta de la ciudad de Esmeraldas.
Junto a los estantes de madera donde se exhiben los productos hay una fotografía de Duquelmán, su hijo asesinado el 26 de marzo de 2014. Tenía 40 años. La gráfica evoca uno de los momentos felices en familia. La muerte conmovió a los esmeraldeños. Tenía 60% de discapacidad física y pese a sus limitaciones trabajaba como guardián. Él fue atacado con un arma blanca mientras cumplía con su trabajo, según el parte policial. Testigos dijeron que intentó impedir el robo a una estudiante universitaria, cerca al Parque Infantil, en el centro de la urbe.
El crimen es investigado por la Fiscalía de Esmeraldas y después de 11 meses el caso está en indagación previa. El fiscal Gorky Ortiz, quien lleva la causa, advierte que las investigaciones continúan y puede durar hasta dos años.
En el 2014, la Fiscalía de Esmeraldas inició 4 451 indagaciones previas por distintos delitos. De ese número, 338 fueron instrucciones fiscales.
Pedro C. prefiere dejar el tema ahí, porque no cree que se haga justicia con su hijo Duquelmán. Además, por su problema visual dicen que no puede seguir. Por eso, con su esposa, vende sus productos para recoger dinero y hacer el cabo de año el próximo 26 de marzo.
Dos jueces penales de Esmeraldas explican que muchas de las causas por asesinatos son devueltas a los fiscales porque hace falta mayor investigación. “Si no se cumple con el debido proceso, terminan en nulidad, y en lugar de castigarse al delincuente, lo que hace es generar impunidad”.
La provincia de Esmeraldas cuenta con 23 fiscales, cada uno de ellos atiende hasta 50 causas denuncias. En marzo se incorporarán 10 fiscales más para agilizar los procesos. El fiscal provincial, Diego Pérez, dice que cuentan con las herramientas necesarias para las indagaciones, pero que en los temas de asesinato, no se puede tener todas las pruebas de un día para otro, entonces se deben esperar. Esa es una de las razones por las cuales los familiares de personas asesinadas desisten, ante la falta de agilidad en las investigaciones procesales, explica el presidente del Colegio de Abogados de Esmeraldas, Estuardo Quiñónez.
El hijo de Lorena P., fue asesinado el 25 de enero en un confuso incidente, en el norte de la ciudad.
Los familiares dicen que un mes después no se ha podido iniciar la indagación previa.
“Creo que voy a desistir de la causa, porque a este ritmo tengo dudas de las efectividad del proceso y que se haga justicia”, comenta mientras sostiene una copia de la denuncia en sus manos. A ella le sugirieron que inicie una acción particular, pero el abogado patrocinador le cobraba por el escrito, USD 150. “Vendo comida para vivir, y no puedo pagar esa cantidad”, afirma.
Esmeraldas sigue siendo una de las provincias fronterizas donde se registran la mayor cantidad de muertes violentas, aunque en los últimos dos años se registra una disminución.
El Ministerio del Interior mostró cifras. En el 2013, en Esmeraldas se cometieron 150 homicidio y asesinatos, mientras que el 2014, 125 casos. Entre enero y febrero de 2015 se registran 13 nuevo homicidios en Esmeraldas.