Derrumbe de magnitud afecto una vivienda en la parroquia cuencana de Llacao. Foto: Lineida Castillo/EL COMERCIO
Las lluvias activaron fallas geológicas en las parroquias rurales de Llacao, Baños y Ricaurte, en la capital azuaya, en el sur del país. Este jueves 16 de marzo del 2016, una familia de nueve miembros la primera parroquia fue reubicada porque un deslizamiento de tierra que amenazaba con sepultar su vivienda.
El problema ocurrió en el barrio Reina de La Paz de la parroquia Llacao cuando la mitad de una carretera de tierra colapsó y destruyó los sistemas de agua y de alcantarillado. El material rodó por una ladera y destruyó una improvisada bodega de la vivienda de Marina Parra.
Por seguridad, la Empresa Eléctrica también suspendió el servicio de energía. En ese sitio hay más de 20 viviendas que quedaron sin los servicios básicos. Obreros y una retroexcavadora de Municipio de Cuenca trabajaron en el lugar en la colocación de una nueva tubería para conducir las aguas servidas hacia una quebrada.
El alcalde, Marcelo Cabrera, dijo que este trabajo es provisional y que no pueden retirar los escombros porque corren el riesgo de acelerar la caída de material. “Cuando pasen las lluvias haremos las obras técnicas que se necesitan para frenar la falla geológica activa. En esta zona no se puede construir más viviendas”, dijo.
Entretanto, en la parroquia el temporal causó un derrumbe en el sector de Minas y rompió la tubería de conducción desde la captación hasta la planta de tratamiento. Durante todo el día personal de la Empresa Municipal Etapa trabajó en el sitio reemplazando la tubería para restablecer el servicio.
Esta tarde se reportó el desbordamiento de una quebrada en el sector de Uzhupud, en el cantón Paute y un derrumbe en el kilómetro 44 que bloqueó un carril de la vía Cuenca-Girón-Pasaje, que comunica a Azuay con la provincia de El Oro. Los ríos de Cuenca también mantienen niveles de caudales altos.