Redacción Siete Días
Cada vez genera mayor rechazo el artilugio efectista del photoshop, en el que modelos, actrices y estrellas de la moda lucen mucho más delgadas de lo que en realidad son.
El regreso de las top de los 90
Varias firmas han vuelto a elegir a las supermodelos de la década pasada. Claudia Schiffer, Eva Herzigova y Helena Christensen posaron semidesnudas para la revista francesa i-D.
También Helena Christensen se ha hecho con la campaña de bolsos de Tommy Hilfiger; Linda Evangelista es imagen de L’Óreal; Christy Turlington para Maybelline; y Naomi Campbell para el perfume Anthology.
Ante la negativa propuesta por la revista alemana Brigitte de utilizar portadas con chicas arregladas por el photoshop, volvió a saltar una nueva polémica.
Un fotomontaje optimiza las formas de la mítica Demi Moore en la portada de la revista de moda estadounidense W, donde se muestra la cabeza de la actriz, pero el cuerpo curvilíneo y perfecto sería de una modelo polaca 21 años menor a ella.
La polémica se desató en varios sitios de Internet. Los blogueros apasionados por encontrar defectos en los medios detectaron la trampa. El sitio Boingboing, entre otros, aseguraba que el retoque digital consistía en que faltaba una parte de la cadera izquierda de la famosa actriz, que ahora tiene 47 años.
Pero el caso estalló a escala global cuando el sitio en Internet del diario inglés The Telegraph aseguró que el cuerpo que salió en la tapa de W no era el de Demi Moore, sino el de Anja Rubik, una muy sugestiva modelo polaca de 26 años. Para certificarlo, publicó la foto de Rubik, con su cuerpo idéntico al que la portada de la revista estadounidense le asignó a Demi Moore. En W, ni siquiera le cambiaron el vestido a Rubik, una pieza inconfundible de Balmain, símbolo de moda top.
La búsqueda de la extrema delgadez ha resultado un dolor de cabeza por algunas revistas como la americana Vogue, la cual recibió una denuncia en contra de las modelos con las que trabajan en su revista.
En ella, se afirma que las prendas de los ‘showrooms’ son tan pequeñas –conocidas como ‘talla cero’– que no les sirven ni a las modelos. Por eso, según Alexandra Shulman, editora de la versión inglesa de la popular revista, los maniquíes son cada vez más delgados. “Estoy harta de escuchar a la directora de moda y a las estilistas que las modelos no caben en la ropa. Hasta tenemos que engordarlas incluso con el photoshop”.
En contra de la extrema delgadez, tres grandes firmas en la industria de la moda se unieron para intentar cambiar esta imagen. Prada, Versace y Armani se han unido al Gobierno de su país estableciendo nuevas reglas que comenzarán a tener vigencia antes de la Semana de la Moda en Milán para el próximo febrero.
Se ha impuesto un tiempo límite para que a partir de enero las nuevas regulaciones acordadas entren en vigor: si una persona tiene un peso menor a 40 kilos se le brindará ayuda humanitaria.
El cambio es parte de un creciente movimiento global para luchar contra la imagen ultradelgada de las modelos y la influencia que esta pueda tener en las jóvenes del mundo entero.
La moda de Cibeles estableció unas medidas mínimas de masa corporal que, se cree, modelos como Kate Moss no serían capaces de alcanzar. Precisamente, la modelo británica fue duramente criticada por asegurar en una entrevista a la web de moda WWD que “nada sienta tan bien como estar delgada”. Esta frase es uno de los lemas más utilizados en círculos pro anorexia.