El gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) vive un resquebrajamiento, luego de que un exvicepresidente y un exministro del presidente fallecido Hugo Chávez (1999-2013) cuestionaran duramente la gestión de Nicolás Maduro.
El cisma empezó el 17 de junio cuando el exministro chavista Jorge Giordani, un marxista ortodoxo considerado el arquitecto de la economía venezolana en tiempos de ‘revolución’, fue relevado de su cargo como ministro de Planificación por el presidente Maduro.
Pero tanto tiempo en las entrañas del Gobierno no le permitieron a Giordani irse así, sin más, y la mañana del 18 de junio, Venezuela fue sacudida por la publicación de una carta suya que en cuestión de minutos se hizo viral y se convirtió en el nuevo dolor de cabeza del Gobierno y de Maduro.
Al primero lo expone dispendioso, irresponsable en sus gastos, incoherente y desordenado en su acción. Al segundo, carente de liderazgo y capacidad de construir el socialismo.
La carta evidencia el surgimiento de nuevos grupos de poder dentro del Gobierno que empezaron a dejarlo al margen al empeorar la salud de Chávez.
Giordani asegura que fue en ese momento que comenzaron las “distorsiones” económicas. Distorsiones que hoy tienen a Venezuela con una inflación anualizada de 60,9% y un índice de escasez superior al 30.
El terremoto aumentó esta semana al sumarse a los críticos el exministro de Educación y responsable de Formación Política e Ideológica del PSUV, Héctor Navarro, que fue amigo íntimo de Chávez y uno de sus colaboradores históricos.
En una carta Navarro exigió este martes que se investiguen las irregularidades en la entrega de divisas administradas por el Gobierno, un fraude reconocido por el propio Ejecutivo y denunciado por Giordani hace más de un año, y solicitó a Maduro comportarse “como un estadista” frente a las críticas a su gestión. Los cuestionamientos le costaron a Navarro su suspensión del PSUV.
La represalia del oficialismo provocó la aparición de nuevas voces críticas. La exministra de Ambiente, Ana Elisa Osorio, no solo difundió el escrito de Navarro, sino que también dijo en su cuenta de Twitter: “Exhortamos a la Asamblea Nacional que desempolve la ley contra la corrupción y se castigue a los corruptos: Esos son los grandes traidores a la revolución”.
La oposición y el sector radical de la revolución denunciaron en 2013 la desaparición de más de USD 20 000 millones, otorgados por el Gobierno a empresas fantasma.
Ayer, Rafael Isea, exministro de Finanzas durante la administración de Chávez, consideró un “gravísimo error” el trato dado por la Dirección del PSUV a exaltos cargos del Gobierno críticos con la gestión del presidente Maduro.
“No se debe confundir la crítica con conspiración ni la lealtad con sumisión”, dijo Isea en la red social Twiiter, en una carta de apoyo a Giordani y a Navarro. Isea subrayó que acusar a Giordani de traidor “constituye un gravísimo error”, ya que, además de ser “un epíteto falso, constituye un precedente que puede tener como resultado la persecución y supresión de la crítica a lo interno del Gobierno y del PSUV”.
Otro exministro, Víctor Álvarez, se atrevió a ir incluso más allá, hurgando en la historia y calificando de “estalinismo puro y duro” el castigo contra Héctor Navarro.
Pero la noche del miércoles, a golpe de arenga y de amenazas, Maduro exigió “máxima lealtad a todos los dirigentes de la revolución”. “Les quitaré la careta a estos trasnochados de la izquierda… Es tiempo de definiciones: si estás con Maduro y la revolución bolivariana o con otras facciones”.