El exceso de velocidad es la primera causa de accidentes

La Perimetral es una de las vías donde ocurren con más frecuencia los accidentes de tránsito, en Guayaquil. Foto: Mario Faustos /EL COMERCIO

La Perimetral es una de las vías donde ocurren con más frecuencia los accidentes de tránsito, en Guayaquil. Foto: Mario Faustos /EL COMERCIO

La Perimetral es una de las vías donde ocurren con más frecuencia los accidentes de tránsito, en Guayaquil. Foto: Mario Faustos /EL COMERCIO

La mitad de los siniestros más frecuentes en las vías de Guayaquil es causada por el exceso de velocidad. Entre enero y octubre del 2017 se registraron 1 853 casos, un 41% más en relación con ese período del 2016.

Según la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM), en el Puerto Principal las rutas de mayor siniestralidad por esa causa se ubican, en el norte, en la av. Francisco de Orellana, la Autopista Narcisa de Jesús y la vía a Daule; en el sur, la avenida 25 de Julio; y, la vía Perimetral que circunvala la urbe.

Justamente, el exceso de velocidad ha causado preocupación en moradores de los sectores aledaños a esas vías. En octubre pasado, por ejemplo, una mujer y un adulto mayor murieron arrollados por vehículos en la Francisco de Orellana; sus familiares adujeron que fueron atropellados por automotores que excedían los límites establecidos.

Cristian Rochina, jefe de Estadísticas de la ATM, reconoció que los siniestros por exceso de velocidad son los de mayor crecimiento en el 2017, comparado con el año previo.

Afirmó que para el control se instalaron los radares. Dependiendo de las avenidas o tramos en Guayaquil se debe manejar a 50, 70 y 90 kilómetros por hora.

Tras un análisis, dijo, se determinó que esas vías mencionadas eran las de mayor punto crítico y por eso se instalaron los aparatos. Hay un total de 11 en la zona urbana y 26 a lo largo de la vía Perimetral.

Esas arterias de la ciudad son las de mayor afluencia de tráfico. Según las estadísticas de la ATM, los siniestros por exceso de velocidad se originan principalmente entre las 12:00 y 17:59, período en el cual se produce el 29% del total de accidentes por exceso. Un 18% ocurrió los domingos y un 16% fue los sábados.

La efectividad de los radares se observa en los lugares donde están ubicados los aparatos, ya que se ha reducido la siniestralidad, señala Rochina. Pero dijo que el índice de siniestros por excesos de velocidad aumentó, porque en las cifras se consideraron los casos de todo Guayaquil y no únicamente en los sitios donde están los radares. “No hay radares en cada esquina, hay que identificar los nuevos focos”.

Édgar Lupera, director de Gestión de Infracciones y Servicios de Tránsito, comentó que pese a que han aumentado las siniestralidades, ha disminuido en 25% las muertes por arrollamientos.

George Mera, presidente de la Unión de Cooperativas de Taxis de la provincia del Guayas, señaló que hace falta señalización en vías principales. Citó como ejemplo a la avenida Francisco de Orellana, donde los límites de velocidad cambian a corta distancia e incide en el incumplimiento.

“Los cambios de velocidad en una misma vía no deben darse a menos de 2 kilómetros, así el conductor se orienta y cumple los límites”. Además, cree que faltan señales para informar a los conductores.

Otras clases de siniestros son el irrespeto a las señales de tránsito y el cambio brusco o indebido de un carril a otro. Las clases de siniestros más frecuentes son los choques laterales, atropello y la pérdida de pista.

Mera señaló que un problema que incide en el tema es la falta de sincronización de los semáforos, pues no son uniformes; además, considera que hay poco personal para el control. “Eso causa descontrol en las vías, hay congestión y vienen los choques. Los taxistas que estamos el día a día rodando conocemos ya los recorridos, no así los conductores particulares”.

El Municipio de Guayaquil informó que actualmente se ejecutan trabajos de modernización e integración del sistema de semaforización en Guayaquil que, según lo previsto, se instala de manera progresiva en un total de 854 intersecciones.

Esto incluye la interconexión de los controladores de tránsito entre sí, vía fibra óptica, y un enlace integral con una central de control de tráfico. Según el Cabildo esto constituye un conjunto de soluciones tecnológicas para mejorar la operación, seguridad y eficiencia de la movilidad en la ciudad. Para ello hay un convenio firmado entre el Municipio de Guayaquil, la ATM y la Corporación Nacional de Telecomunicaciones.

Para Jimmy Martillo, de la organización de ciclistas de la calle, hay un problema ligado a la falta de educación vial.

“Hace falta que se impartan charlas educativas a los conductores”. Primero para que sepan respetar las leyes de tránsito y sus límites de velocidad y así respeten a los peatones y a ciclistas, dijo. Por ejemplo, “casi todos irrespetan las líneas blancas de cebras, en las que los peatones y ciclistas tenemos prioridad”.

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